Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Juan Ramón López Muñiz: "El entrenador no tiene que inventar nada"

Afable y sereno, Juan Ramón López Muñiz (Gijón, 47 años) afronta el inicio de la pretemporada del Levante UD con el reto de construir un bloque sacrificado en el campo. Trabajo y seriedad forman la base de la filosofía futbolística del asturiano: «Como jugador no era Messi, no intentaba hacer lo que no sabía».

Juan Ramón López Muñiz: "El entrenador no tiene que inventar nada"

Algunos jugadores de los que ha tenido dicen de usted que no se ríe nunca. ¿De verdad es tan serio?

En la vida tienes que ser responsable. Luego, ser serio o no depende de cada situación. Intento ser lo más responsable que puedo. La educación que me dieron mis padres se basó en la responsabilidad y el esfuerzo. Cuando fui jugador, me caracterizaba por ser responsable en el trabajo. Yo no era Messi, era serio y sabía lo que tenía que hacer como central. No intentaba hacer lo que no sabía.

¿Rechazó una oferta del Rayo Vallecano, más tentadora que la del Levante UD, porque ya había dado su palabra a Tito?

Lo pasado antes del 6 de julio es pasado. Pero es verdad que cuando doy una palabra, e igual soy antiguo en eso, no me hace falta firmar un papel. Lo primero es ser buena persona, cumplir en la empresa en la que trabajas y, antes de irte, hablar con la otra parte para llegar a un acuerdo. Cuando llegas ahí y das tu palabra, ya está, no hace falta firmar nada. Cuando hablo con alguien, valoro que sea responsable, que sea buena gente.

Con el Alcorcón rozó la clasificación para la promoción de ascenso. El club quería que siguiera. ¿Por qué quiso fichar por el Levante UD?

Vine de Ucrania, donde estuve cuatro años con Juande Ramos, y en el Alcorcón me dieron la posibilidad de reengancharme al fútbol español. Cuando estás fuera es difícil volver a engancharse. Estuve contentísimo allí. Valoro que la familia esté a gusto, integrada, feliz, porque eso es importante para el trabajo de cada uno. Allí todo fue bien muy rápido. El club te deja trabajar muy bien y la relación con la gente del club es muy buena. Llegó a ser una relación más personal que profesional. Puedo hablar con ellos durante hora y media por teléfono, contándonos la vida. Todo el mundo entendió que el Levante UD es un equipo con aspiraciones importantes. Lo entendieron y pusieron facilidades para que pudiésemos venir. El fútbol es eso. Vas moviéndote de un sitio para otro. Ellos eran conscientes de todo lo que estaba pasando y se esperó a que acabara la liga. Eso era primordial. No podía estar acabando la liga con un equipo y hablando con otro. El grupo era buenísimo y eso hubiera sido faltarles al respeto, pero ellos sabían todo lo que estaba pasando.

¿Cuál es su objetivo personal en el Levante UD?

El objetivo siempre es mejorar, poco a poco, con pasos firmes y seguros. No se puede el primer día entrenar a la selección. Hay que progresar al ritmo que cada uno pueda. He venido aquí y estoy ilusionado por la temporada y con el trabajo diario. Intentamos que el primer objetivo sea crear un bloque con las ideas claras y que sepa en el campo lo que hay que sufrir para sumar los tres puntos. Luego sumaremos otros. Hay que marcarlos a corto plazo para conseguirlos e ir motivándote.

¿Viene con un sistema de juego bajo el brazo o se adaptará a las condiciones de la plantilla?

Soy más de ver qué plantilla tenemos, qué sistema encajaría mejor dentro de la plantilla y sus características. Trabajaremos varios y, seguramente, a lo largo de la temporada los usaremos. También durante los partidos. El entrenador no puede inventar, tiene que ser consciente de que los partidos se ganan dentro del campo. Fuera lo que hacemos es ayudar con una serie de decisiones que se toman. El entrenador es una parte más del equipo con otra responsabilidad. El que toma decisiones, el que deja gente sin jugar y sin convocar, pero es una parte del grupo del que gana y pierde el domingo.

¿Qué sello le gusta imponer a sus equipos?

Que ataque bien, que defienda bien y sume los tres puntos. Me siento contento cuando la afición sale orgullosa de su equipo. Quiero un equipo completo. Hay que defender con el balón y sin él, hay que atacar con el balón, pero para eso hay que recuperarlo. Quiero un equipo solidario en el campo. Si un compañero pasa dificultades, que haya otro que vaya y le ayude. Y cuando alguien falle, que no haya reproches, sino palabras de ánimo.

Estuvo cuatro años como segundo de Juande Ramos en el Dnipro Dnipropetrovsk de Ucrania. ¿Qué aprendió de allí?

Fue una experiencia buenísima. Nos trataron muy bien, en un equipo que competía en Europa y era muy importante en el país. Se aprende muchas cosas. Es un fútbol con diferentes matices, físico, de mucho trabajo, de mucha profesionalidad... Los jugadores son muy responsables y lo que el entrenador les dice va a rajatabla. Aquí hay más iniciativa y más base táctica. Allí es más ilusión, ganas, intensidad, amor a la camiseta... Son las claves que tenemos que traer aquí.

¿Juande Ramos es un referente para usted?

Hay una relación personal buenísima, de hablar muchos días a la semana, porque somos amigos antes que compañeros de trabajo. Hay muchas conversaciones que se van cruzando sobre lo que nos ha pasado en diferentes casos, cómo lo hemos solucionado... En una conversación lo más importante es escuchar, no es hablar. Cuando escuchas, aprendes y lo que quiero es aprender porque hay que tener conocimientos y tomar decisiones acertadas, y si no, darte cuenta de que no lo son. No pudo llegar a casa después de un partido y pensar que todas las decisiones eran buenas. Seguro que hay que corregir algo.

¿La Segunda División es tan dura como parece?

Lo es porque es muy larga y porque durante el año pasas momentos buenos, malos y regulares y hay que superarlos todos. También los buenos, porque muchas veces en una racha buena piensas que sólo con salir al campo ganas y eso es un error. La diferencia es que en Segunda no hay favoritos en los partidos. En Primera es fácil acertar las quinielas, pero en Segunda es muy difícil. No hay favoritos. Sé cómo tiene que llegar mi equipo pero, no sé qué pasará en el partido. En la categoría no hay favoritos y el nombre o la camiseta no ganan los partidos. Lo que gana es el trabajo, la humildad en el campo... Si eso no lo entendemos, problemas.

¿Con qué vestuario se ha encontrado?

Lo que pasó antes de que yo llegara no me preocupa. Sé lo que quiero que pase a partir de ahora, y es que haya buen vestuario, compañerismo, esfuerzo, humildad, trabajo. Para eso, todo el mundo tiene que comprometerse a eso. Ahora son los primeros días y nos estamos conociendo. Tengo que conocer a los jugadores y ellos a mí.

¿Qué hará con Camarasa?

Es un jugador que se ha integrado en los entrenamientos después de unas conversaciones con el club con las que ya está solucionado. Es un chico joven que le queda mucho camino por recorrer en el fútbol español.

¿Qué papel juega ustes en los fichajes?

Hablamos habitualmente. Lo bueno es que todos sepamos escuchar consejos y valorar opiniones, y luego cada uno tiene su responsabilidad en su parcela. Aquí la relación es muy buena. Nos conocemos desde hace tiempo. No hace falta un tiempo de integrarse, porque aquí, más o menos, vemos todos el fútbol igual.

¿Se busca futbolistas con experiencia en la categoría?

Es importante, pero también gente joven con ilusión por el proyecto. Y los que ya llevan tiempo deben hacer la afición esté orgullosa. La gente que venga tiene que aportar con sus virtudes, que se vean siempre, y que los defectos se vean poco. No miramos un perfil, ni edad, ni nacionalidad, ni tiempo en el club. Sólo gente que cuando salga al terreno de juego dé buen nivel y el equipo crezca.

Compartir el artículo

stats