Rubén García (23 años, Xàtiva) ha arrancado la temporada con el pie cambiado. El extremo levantinista ha sufrido dos lesiones en los últimos dos meses que le han impedido tener una cierta regularidad sobre el terreno de juego. Tuvo algunos minutos ante el Alcorcón y el Nàstic, en Liga, y el Cádiz, en la Copa, pero el setabense volvió a lesionarse en el Carranza y desde entonces se entrena al margen. No está descartado, pero a cuatro días para el partido frente al Valladolid, Rubén tiene pocas opciones de entrar en la convocatoria.

A principios de agosto, el canterano padeció una rotura muscular del obturador interno de la pierna derecha. Se le diagnosticaron cuatro semanas de baja. Sin embargo, Rubén acortó dos semanas los plazos gracias a un descomunal esfuerzo en su recuperación. El director deportivo del Levante UD, Tito, le felicitó por esa muestra de implicación.

De esta manera, Muñiz pudo contar con Rubén antes de lo esperado. Salió desde el banquillo en las jornadas dos y tres y fue titular en el Carranza, en la Copa. El joven jugador no acabó el encuentro por un «esguince de grado dos acompañado de una fuerte contusión en la parte posterior del tobillo izquierdo», según el club. Entonces se fijó su vuelta en tres semanas. Hoy se cumplen 21 días desde la lesión y aunque desde la entidad granota se asegura que hay una mejoría, lo cierto es que Rubén sigue entrenando en solitario. Ayer siguió «el tratamiento específico de recuperación pautado por los servicios médicos en el gimnasio de Buñol junto a los readaptadores», se aseveró desde el club.

La otra cara de la moneda es para Postigo. El defensa madrileño se ha recuperado de sus molestias musculares y podrá jugar el domingo ante el Valladolid.