El Levante UD retomó ayer los entrenamientos en Buñol con dos futbolistas que se ejercitaron al margen por diferentes problemas físicos: Chema y Montañés.

En el caso del central madrileño, que se retiró del partido ante el Mallorca con problemas en los isquiotibiales, las pruebas médicas descartaron una lesión muscular en su pierna izquierda. El futbolista sólo presenta una sobrecarga en la zona afectada y la evolución de esta dolencia dictaminará su inclusión en el grupo, según se informó ayer desde la entidad azulgrana. Se espera que pueda llegar al partido del domingo ante el Mirandés.

Por otra parte, Paco Montañés no trabajó con el resto del equipo por un dolor en el pie. Las pruebas confirmaron que el atacante sufre una fuerte contusión en el primer dedo de su pierna derecha causado en el duelo ante el Mallorca. El futbolista realizó ayer un trabajo específico en el gimnasio de Buñol y, como en el caso de Chema, la evolución de esta dolencia dictaminará su inclusión en el grupo en los próximos días.