En un estadio como Anduva, concebido para el fútbol directo, de brega y pulmones, el inteligente Levante UD de Muñiz impuso su superioridad con la autoridad de un líder implacable. El Mirandés acabó desquiciado ante los azulgrana, que sólo sufrieron en los primeros minutos y no fallaron en los momentos decisivos. Los dos tantos de Roger y el de Jason sellaron una trabajada goleada, un paseo hacia los 26 puntos dulcifica las próximas jornadas. Hay colchón.

Muñiz le dio ayer una vuelta al equipo. Se dejó a Espinosa en el banco y plantó una alineación con Lerma e Insa en el doble pivote y Campaña algo más ofensivo, con el tridente habitual por delante. El Levante UD tardó diez minutos en acoplarse, fue el margen que tuvieron los de Carlos Terrazas para dar un susto. No obstante, Álvaro Bustos desaprovechó la mejor oportunidad para los locales. Su disparo se fue alto. Roger pudo responder a los pocos minutos, pero, inexplicablemente, pecó de generosidad cuando enfilaba la portería.

Pasado el primer cuarto de hora, en el que el encuentro ofreció un entretenido vaivén de ocasiones sin tregua en el centro del campo, el Levante UD se apoderó del choque. Los granotes ensancharon el campo, distribuyeron con criterio —gracias al notable partido de Insa, Lerma y Campaña— y embotellaron al Mirandés, que se hizo pequeño.

Las ocasiones se sucedían sin filtro. Cada posesión desembocaba en jugada de peligro. Hasta que en el 28’, un córner lanzado por Campaña encontró el testarazo de Chema. Roger emergió de entre la nube de defensas para cambiar la trayectoria del remate del central y remachar a la red. El «pistolero» fue el más rápido en desenfundar. Otra vez.

El Levante UD pudo aumentar la ventaja, con un rival en la lona, pero Jason y Morales no afinaron lo suficiente. Néstor contrarrestó para los burgaleses con un intencionado disparo desde fuera del área. Raúl tocó lo justo para desviarlo a la madera. Abraham, amonestado, dejó abierta la puerta un par de veces en el lateral zurdo. Muñiz lo tuvo claro y lo cambió antes del descanso. Sacó a Toño para taponar la brecha. Fue cuando el Levante UD apostó por ralentizar un poco el ritmo del duelo. Antes del descanso, en una contra de libro, Jason sirvió en bandeja la sentencia a Morales. El «comandante», que no tuvo su día, falló para intranquilidad de Muñiz y de la decena de irreductibles levantinistas que se desplazaron hasta Miranda del Ebro para acompañar a su equipo.

Cuarto doblete de Roger

Tras el paso por los vestuarios, los valencianos dejaron que el Mirandés diese un paso al frente, pero siempre de manera controlada. Sin sufrir. En otro córner, Campaña remató de volea, el balón salió rechazado y, de nuevo, en el lugar apropiado apareció Roger. Otra muesca en el revólver. El cuarto doblete y la novena diana de la temporada. Anduva pudo apagar las luces entonces. Lo que vino después fue un recital. Otra contra sublime, con Roger y Campaña como intermediarios, para que Jason embocara el tercero de la noche a falta de quince para le final. Cendrós se autoexpulsó poco después, signo de la impotencia del Mirandés ante el rotundo paseo del un líder intratable.