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Pequeñas pero muy grandes

Pequeñas pero muy grandes

Ayer domingo, nuestras pequeñas, conjunto dirigido por Pedro López, viajaron a Port Moresby, capital de Papúa Nueva Guinea, donde se celebra la Copa Mundial de Femenina sub-20 de la FIFA. España está encuadrada en el grupo B, en el que se enfrentará a grandes selecciones como Canadá, debutando el día 13, Japón el 16 y Nigeria el 20. Se disputarán un total de 32 partidos empezando el 13 de noviembre a las 16 h con el partido entre RDP de Corea y Suecia, finalizando el 3 de diciembre. Participan 16 selecciones de las seis confederaciones afiliadas a la FIFA. Papúa Guinea se clasificó automáticamente como sede siendo esta la octava edición.

Tuve la gran suerte de poder disputar la Eurocopa de Suecia 2013 y ya me parecía estar viviendo algo inolvidable e indescriptible. ¿Cómo tiene que ser entonces jugar un Mundial? Algo único, mágico diría yo. Me quedé a las puertas hace dos años, después de haber sido aquella temporada la máxima goleadora de la Liga. Me tocó verlo desde casa y sentir envidia sana de mis compañeras, las que sí pudieron vivir en primera persona lo que es jugar contra las mejores selecciones del mundo, lo que es competir a ese nivel, la sensación de poder representar a tu país en una Copa Mundial.

Esta vez les toca a las pequeñas. Pequeñas por la edad que tienen porque dentro de un terreno de fútbol son capaces de estar a la altura de cualquier jugadora que se les ponga delante. Muchas de ellas ya juegan en la Liga Iberdrola. Transmiten ilusión por este deporte y llevan mucho tiempo trabajando duro por estar donde están.

Nuestra compañera Lucía en el Levante UD estará en Papúa Nueva Guinea después de superar una lesión de menisco que le ha tenido apartada del equipo unos meses. Así es el fútbol. Los problemas, los obstáculos nos brindan oportunidades. Nos ayudan a crecer y a hacer cosas mejores. Compartimos muchas horas de gimnasio, sesiones de rehabilitación y fisioterapia, y ahora tiene un desafío por delante; demostrar que todo ese sacrificio era porque estaba pagando el precio del éxito. Es su momento y nosotras sus compañeras, seremos las primeras que la apoyaremos desde aquí.

Les espera el sueño de competir en un Mundial de esta categoría, el mejor escenario posible para demostrar que el fútbol no es únicamente cosa de hombres. Animaremos a través del televisor para que el 3 de diciembre estén aterrizando en Madrid con la medalla de oro colgada del cuello.

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