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Sólo vale el triunfo

El Universidad Católica de Murcia (1999) recibe al Llevant, si el temporal no lo impide, en La Condomina, un estadio inaugurado en 1924, apenas un año después que el mítico Camp de La Creu en el que el Llevant FC vio nacer el mito de Los Invencibles o llegó a semifinales de Copa en el 35. El actual feudo del UCAM lo fue del Real Murcia „fundado como Levante Foot-Ball Club (1919)„ en Primera durante 18 temporadas. Desde su último descenso de la elite en 2008 no levanta cabeza, superado por los universitarios, que „con Cartagena y Lorca también en 2ª B„, son el más alto representante de la región.

Aquel Murcia acompañó al Llevant a 1ª en el 63 y fue protagonista del mayor atraco arbitral de la historia levantina: en el último partido de la primera vuelta los pimentoneros se impusieron 1-2 gracias al escándalo Ferrete que escamoteó dos penalties de libro y anuló dos goles a la escuadra blaugrana, uno de ellos al pitar el final de la primera parte mientras la trayectoria aérea del balón iba camino de las redes, donde acabó. En el último encuentro de liga, en La Condomina, el Llevant no consiguió la victoria que le daba el ascenso directo, aunque la mereció. Finalmente subió en la promoción, frente al Coruña, con aquel ambientazo en Vallejo, que se llenó, no hasta la bandera, sino hasta la cúpula de los Carmelitas.

El Llevant llega hoy a Murcia mirando de reojo a un Getafe a ritmo de crucero, segundo a 6 puntos. Desde que Bordalás tomó las riendas del equipo en la octava jornada suma 25 puntos y una sola derrota, racha que lo señala como el gran rival del once de Muñiz, que muestra atisbos de recuperación. El miércoles, ante el Rayo, ofreció destellos de su mejor fútbol en la primera parte, especialmente en la circulación del balón y en la banda de Pedro López y Rubén, desde donde llegó el gol de Campaña a centro de un Verza desconocido, que completó su mejor partido desde que llegó a Orriols. En el segundo tiempo, sin embargo, el Llevant no generó ni una sola opción clara. La virtud estribó en la contención, con un Róber imperial y un once solidario. Muñiz ha construido un bloque homogéneo, capaz de anular las virtudes del rival más taimado. No en balde, hasta la fecha ha conseguido dejar su puerta a cero en la mitad de los partidos disputados. Hay tres factores que, combinados, darán el ascenso al Llevant: la efectividad de Roger, los recursos ofensivos ante el catenaccio de muchos rivales y la firmeza defensiva.

El UCAM, en la cola de la tabla, no puede truncar la trayectoria del Llevant que ha devuelto la calma a Orriols, gracias a dos victorias consecutivas. Hay que saltar al césped ejerciendo la autoridad del líder, acongojando al rival y porfiando por la victoria desde el minuto uno. Sin soberbia, pero con firmeza. Son partidos que hay que ganar sí o sí para ascender, sin especular con el resultado, sin relajación y sin una actitud timorata.

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