El 5 de enero se cumplirán tres años del fallecimiento de Salvador Regües, maestro de maestros e irrepetible granota, además de incansable activista de la memoria, la identidad y la historia de nuestro Llevant. Memoria, identidad e historia es la primera de las cosas que muchos levantinos le pedimos a los Reyes Magos en nuestra carta de deseos para 2017. No habría que apelar a la magia para conseguir algo que sencillamente debiera ser una obligación de Quico, el Consejo y la Fundació, aunque es obvio que siempre existen otras prioridades „algunas de una frivolidad alarmante„ al Museo, que debiera centralizar y preservar todo el patrimonio histórico blaugrana, disperso y, en muchos casos, en grave peligro de desaparición. Hay otros anhelos que sencillamente debieran surgir de una gestión eficiente y orgullosa de nuestras raíces.
2. El uso de la lengua valenciana continúa siendo absolutamente residual: el uso público de los representantes del club es tendente a cero y las actualizaciones de web siempre son en castellano y, tiempo después, aparecen en valenciano. En redes sociales y campañas apenas aparece jamás nada en valenciano. Hay un abismo entre mandatarios y afición en este aspecto.
3. Durante 2017 el presidente debe cumplir con la intención anunciada en vísperas de la Junta de accionistas y poner en marcha la campaña para conseguir que las acciones de la Fundació pasen progresivamente al levantinismo. El resto de deseos sí dependen de muchos otros factores:
4. La permanencia en sus categorías del Atlètic Llevant y del Llevant de fútbol sala y la culminación exitosa de la extraordinaria campaña que está realizando el femenino.
5. Que la grada de Orriols sea, cada día más, un motivo de orgullo para el levantinismo. Y que el estadio esté más poblado cada domingo.
6. Y por encima de todo, claro, que disfrutemos de un 2017 plagado de satisfacciones levantinistas y que la principal de ellas sea el ascenso a Primera División, crucial para el futuro de la entidad.
