Cuando el débil ganó al fuerte, cuando las bajitas ganaron a las altas o cuando la calidad ganó a la cantidad. A la cantidad me refiero, de fuerza que tenían cada una de las jugadoras a las que nos enfrentamos este jueves pasado en un partido amistoso en Paiporta, al todopoderoso FFC Frankfurt alemán.

Siete veces campeón de la Bundesliga y tres de la Liga de Campeones de la UEFA Femenina es considerado hasta el momento el club más exitoso de Alemania. Yo que mido 1,75m de altura y que junto a Maitane y Raquel somos las más altas del equipo, prácticamente pasaríamos como una más.

Cierto es que ir con la etiqueta puesta de ser jugadora en una liga tan potente como es la Bundesliga, la mejor de Europa, te otorga un extra de presión, la cual no sentimos nosotras al tenerlas delante y saber que en ese partido más que jugarnos los tres puntos, nos jugábamos el orgullo.

En el túnel de vestuarios poco nos queríamos acercar a ellas. El acento alemán y la envergadura tanto de las once que iban a jugar de inicio como las que no, nos imponía un poco. No obstante, cuando una sale al campo y el balón empieza a rodar, ahí se demuestra quien va a por el partido. En este caso, fuimos claramente nosotras.

Nos avanzamos pronto mediante un gol de Maribel, que estuvo sembrada, aprovechó cada balón que le caía a los pies. Con el primero nos vinimos arriba, creímos en nosotras, de manera que llegó el segundo. Ese nos tranquilizó. Estábamos jugando de tú a tú a todo un campeón de Europa, sin miedo. Trabajamos duro para conseguir el tercero, y también llegó.

Como diría la psicóloga Patricia Ramirez: «Con el talento se nace, la actitud se entrena. Es tu elección darte por vencido o no». Podríamos habernos acobardado al ver la planta que tenían pero, nuestra actitud fue excelente y al final en el deporte como en la vida, todo trabajo tiene su recompensa. Ganamos 3-1, esa fue la nuestra.

Empieza una nueva semana, con las pilas cargadas después del parón, la vista puesta en el Zaragoza y con ganas e ilusión por volver a la senda de la victoria, aquella de la que no deberíamos haber salido. ¡Este equipo todavía tiene mucha guerra que dar!