Morales se quitó ayer la mochila. La tonelada que cargaba sobre sus espaldas en cada partido se esfumó con su primer gol de la temporada, el segundo ayer del Levante UD ante un Nàstic que plantó más cara de lo esperado. El club de Orriols, sin jugar su mejor partido, tiró de oficio, de nuevo, para solventar en la segunda parte un partido feo y espeso. Un remate de clase de Roger y la rabia de Morales decidieron tres puntos más que mantienen la distancia con el Cádiz, el tercero, en doce puntos. Oxígeno en la carrera hacia el ascenso.

Con un molesto viento racheado azotando el Ciutat de València, el Levante UD empezó gripado. No arrancó a la primera. Tampoco a la segunda. Nadie era capaz de encender el motor del equipo, congelado en todas sus facetas. Espinosa y Lerma no aparecían y Natxo Insa, por extraño que parezca, quedó anulado por el centro del campo del Nàstic. Por si fuera poco, Verza, que iba a ser titular, se cayó de la convocatoria por un proceso febril y Campaña, lesionado, veía el partido desde el banquillo. Nadie apostaba a que saldría después del esguince de la semana pasada.

Así pues, Jason, Rubén y Roger lo intentaron por su cuenta ante la zaga del Nàstic, formada por una correosa línea de cinco. Pedro López y Toño se sumaron con voluntad e intención, pero el centro del campo levantinista fue, durante todo el primer tiempo, una zona de paso sin criterio ni trascendencia en el juego. Sólo los centros colgados desde los costados, los balones largos a Roger y las jugadas individuales de los extremos granotes aproximaron el balón a la portería catalana. Nada se concretó, excepto un centro de Toño al corazón del área que Rubén no pudo rematar de cabeza, en plancha, por pocos centímetros.

Por lo demás, poco. O nada. Es más, el Nàstic tuvo durante fases del primer acto la posesión del cuero y disfrutó de varias llegadas al área. La potencia de Emaná bastó para meter en un par de líos a los centrales azulgrana, Róber y Postigo. Chema, recuperado, fue suplente. No fue de extrañar que el descanso fuera todo un alivio para la grada, víctima del frío y el aburrimiento.

El segundo tiempo, sin duda alguna, tuvo más nervio. Muñiz, en su línea, no quiso esperar y mandó a Rubén al banquillo para dar salida a Morales en la banda derecha. El equipo no mejoró demasiado, pero ganó presencia en territorio del Nàstic. El conjunto tarraconense, pese a su necesidad de sumar puntos, se mantuvo con los tres centrales y los dos laterales.

Pese a que el balón cogía tintes granotes, Emaná fue el primero en probar el disparo en la reanudación. Raúl Fernández atrapó bien su tiro potente pero centrado tras marcharse de Postigo.

El Levante UD seguía, mientras tanto, a lo suyo. Toño se multiplicó e inició la perforación de la defensa rival en el carril zurdo. Poco exigido en defensa, el lateral arriesgó en cada jugada hasta asomarse a la línea de fondo. Allí hizo buenas migas con Jason.

En una de esas combinaciones se concibió el gol de Roger. Toño subió con el balón y se lo entregó a Jason el banda, que se lo devolvió rápidamente al espacio. Toño ingresó en el área y, prácticamente sin mirar, asistió a Roger, que remachó de manera impecable a la red para adelantar al líder.

El tanto lo cambió todo. Cambió hasta la negativa racha de Morales, que pocos minutos después se desquitaba de su peor racha goleadora. Morales, tras un buen pase de Insa, casi que le quitó el balón de los pies a Roger para meterse en el área y encarar Reina. Esta vez, a diferencia de lo ocurrido toda la temporada, embocó. Morales marcó y lo celebró con rabia ante un Orriols entregado, feliz por el despertar del «comandante». No obstante, aún tuvo que sufrir viente minutos, porque Delgado recortó distancias para el Nàstic gracias a un buen control dentro del área y una sutil definición. Tanto fue así que Muñiz echó mano de Campaña, al margen del grupo esta pasada semana por un esguince, para fortalecer el centro del campo.

El encuentro se abrió. El Levante UD, mediante Morales, pudo marcar y sentenciar, pero al mismo tiempo sufrió para alejar al Nàstic de su área. Delgado acarició el empate en el añadido con un tiro que rozó la escuadra. En definitiva, nada nuevo en casa del líder, capaz de ganar en tardes tan frías y desapacibles como la de ayer.