Hasta que el ascenso no sea matemático, a López Muñiz le queda la complicada misión de elevar la voz de la prudencia sobre la euforia que desprende el entorno levantinista. Sobre todo en la víspera de partidos como el de mañana frente al UD Almería, uno de los colistas de la clasificación. «Siento que tenemos que seguir viviendo los partidos con la misma intensidad como hasta ahora. Esa es nuestra obsesión. Sólo pienso en el Almería. Sólo voy a pensar en ese partido y espero que los jugadores hagan lo mismo porque va a ser exigente, difícil e igualado, y se va a decir por pequeños detalles», explicó ayer el entrenador asturiano.

Muñiz alerta de los peligros de un equipo como el andaluz, construido para ascender pero obligado ahora a ganar para no acabar en el pozo de la Segunda B. «Viene un contrario con un muy buen nivel individual pero en una mala situación y esos equipos suelen ser peligrosos y hay que estar muy atentos, más que en ningún otro caso», aseveró.

Por otro lado, alabó la actitud de los suyos, a 18 puntos del tercer clasificado. «El equipo compite en todos los partidos y sabe que está haciendo una cosa que no es nada fácil en cuanto a puntos, juego y clasificación y hay que mantenerlo de aquí al final porque si no los rivales te penalizan. En todos los partidos de Segunda se sufre, porque van con un resultado son igualadísimos, porque el nivel de los equipos suele ser parejo y suele haber alternativas», concluyó el entrenador.