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Deportista las 24 horas

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De nuevo una jornada de descanso en la Liga Iberdrola por compromisos de la Selección Española, con victoria 1-4 ante Bélgica. Si en el artículo anterior os hablaba de cómo eran los desplazamientos en ese caso en autobús, en este os cuento cómo es para nosotras un fin de semana diferente a lo que estamos acostumbradas.

Es cierto, no jugamos. Este domingo no tenemos partido, pero un deportista de élite lo es las 24h los 365 días del año. Esto significa que además de los entrenamientos en el campo, las concentraciones, las convocatorias, las charlas, y todo aquello que implica prepararse para el partido de liga, existe además, el llamado «entrenamiento invisible».

Muchas de las jugadoras que formamos el Levante UD Femenino no somos de València, eso nos hace pasar más tiempo del que nos gustaría alejados de nuestra familia. Y no soy de las que se puede quejar, ya que parte de la mía está en Teruel, a hora y media de coche. Siempre que puedo aprovecho para escaparme al pueblo y relajarme con el cariño de los míos.

Como en mi caso, muchas compañeras nos desplazamos en coche, ya sea a Teruel, Madrid, Jaén, etc. Otras no tienen más remedio que coger el avión: Mallorca, Lisboa, Tenerife... Nada más terminar el último entrenamiento de la semana y ya con las maletas preparadas, partimos cada una hacia su destino.

No nos pasamos el día compitiendo o entrenando, pero nuestro cuerpo expuesto a exigentes entrenamientos, necesita descanso, así como nuestra mente. Un poco de desconexión de vez en cuando no viene mal, y eso es lo que hacemos estos días, recargar pilas. Rodearnos de nuestra gente, familia y amigos, descansar, no pensar únicamente en fútbol, pero sin olvidar que vivimos de nuestro cuerpo, de las condiciones en las que nos encontremos, aquí es donde cobra importante dicho «entrenamiento invisible», el que se hace fuera del entrenamiento habitual.

Resumiendo, significa ser responsable y disciplinada cuando ni el entrenador ni el preparador físico te están viendo. Respetar las horas de sueño, la alimentación, la hidratación, tratamientos de fisioterapia en el caso que los necesitemos, etc. Esa es nuestra vida, a pesar de tener días libres, siempre cuidándonos para mantenernos en el mejor estado posible para competir a un nivel cada día mayor, porque no importa los ceros que haya en tu nómina a final de mes, sino el compromiso con el club y con una misma.

Este parón nos servirá para conseguir un estado óptimo, cuidando estos tres pilares importantísimos para nosotras, las deportistas: el entrenamiento físico, psíquico e invisible, ya que lo que hagamos marcará la diferencia entre ser una buena deportista o ser la mejor.

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