Los efectos de la derrota granota en Getafe, al menos en cuanto a la clasificación, quedaron minimizados gracias a los tropiezos del Cádiz y el Tenerife, incapaces de pasar del empate ante el Lugo y el Rayo, respectivamente.

Así, el equipo azulgrana, con 72 puntos, mantiene 19 de ventaja respecto al tercer clasificado, el Tenerife con 53, a falta de nueve jornadas por disputar, o lo que es lo mismo, un total de 27 puntos por decidir. Con estos números, al Levante UD le bastaría con sumar nueve puntos para llegar a los 81, una cifra que ya no puede alcanzar el Tenerife y que, por tanto, sirve para certificar el ascenso de manera matemática, haga lo que haga el resto de los rivales.

Los de Orriols se miden al Reus, en el Ciutat el próximo lunes 17 de abril (20.00 h.), al Cádiz, el sábado 22 de abril, en el Carranza (18.00 h.) y al Oviedo, de nuevo en València, el sábado 29 de abril (18.00 h.). Un pleno de victorias en estas tres citas aseguraría el ascenso antes del mes de mayo.

Fina a la racha como invicto

Por contra, con la traspié sufrido el sábado contra el Getafe, el Levante UD rompió una racha de nueve jornadas seguidas sin perder, igualando por segunda vez esta temporada su mejor registro de semanas consecutivas sin conocer la derrota.

El conjunto de Muñiz había sumado, desde el 5 de febrero, siete victorias y dos empates en las nueve jornadas anteriores al partido disputado en el Alfonso Pérez, donde sufrió la quinta derrota de la temporada, todas ellas a domicilio.

En esta buena racha levantinista, interrumpida por el equipo que entrena Pepe Bordalás gracias a un magnífico Jorge Molina, el Levante UD ganó al Nàstic (2-1), al Zaragoza (0-1), al Córdoba (3-1), al Elche (2-1), al Valladolid (0-4), al Almería (1-0) y al Mirandés (2-1). Además, empató a domicilio ante el Sevilla Atlético (1-1) y el Mallorca (1-1).