Francisco Fenollosa, «Paquito» para la gente del Levante UD y del fútbol, se sacó el pase de Vallejo en 1946, con 14 años. 71 años y 5 ascensos (1963, 2004, 2006, 2010 y 2017) a Primera División después, ejerce con la misma energía como presidente de honor del club.

El ascenso del sábado, pese a ser el más previsible, es «el mejor» para el eterno consejero levantinista. Más que el primero, en 1963, e incluso que el posterior, 40 años después, en Jerez en 2004, con todo lo que supuso tras sobrevivir a tiempos muy difíciles. «No hay ninguno como este por una sencilla razón. Este ascenso es el más espectacular porque había mucha gente joven en el estadio y en la celebración», explica emocionado Fenollosa.

El crecimiento del Levante UD en los últimos 30 años ha sido evidente. Desde que Pedro Villarroel rescatara al equipo de la Segunda B, en los años 90, y lo devolviera a Primera en 2004, el colectivo «granota» ha recuperado músculo e ilusión. Los 6 años consecutivos en la máxima categoría, hasta el descenso ya redimido del año pasado, y la maravillosa aventura en la Liga Europa, han tenido un efecto revitalizador incuestionable. Fenollosa, testigo de lujo de gran parte de la historia del Levante UD, lo sabe, lo siente. «Vi a muchos jóvenes y niños en el césped después del partido. Esto quiere decir que el Levante UD tiene vida. No lo había visto igual en ninguno de los ascensos anteriores», manifiesta. «Cuando nosotros nos marchemos, lo dejaremos todo muy clarito para que los que vengan lo hagan aún más grande», añade.

Fenollosa subraya otros motivos que hacen del último ascenso un hecho especial. «Parece un tópico, pero es la verdad. Este equipo es una familia, el grupo está muy bien construido. Aquí le dices a uno que no juega de titular que ‘ya verás cómo te llega ocasión’ y te responde: ‘No te preocupes, que la Liga es muy larga’. No hay nadie enfadado. Kiko (Catalán) y Tito hicieron la plantilla con mucho criterio. Veían al jugador y también a la persona», explica. Un grupo que le recuerda del Manuel Preciado, en 2004. «Había un grupo fantástico, con un entrenador fantástico como Preciado. Y en 2010 también éramos un ejemplo de vestuario, de buen ambiente, y con muy poco dinero», recuerda.

«En el 63 fue distinto porque era la primera vez. Había compañerismo. Era un equipo que me recuerda a este, pero a lo mejor aquel tenía más calidad», recuerda Fenollosa.

El presidente de honor del Levante UD se reencontrará la próxima temporada con presidentes y consejeros con los que ha ido tejiendo una gran amistad. Es el caso de Florentino Pérez o de los directivos del Barcelona. «Y con el Valencia también he tenido siempre muy buena relación», confiesa.

Fui al club con 9 años. Desde lo 9 años estoy ahí. Desde los 14 que me saqué el pase. Llevo 71 en el club.