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A cuatro victorias del récord

A cuatro victorias del récord

Que el Llevant jugase uno de los mejores partidos del año frente al poderoso Girona (uno de los rivales de más entidad que ha visitado Orriols este curso) dice mucho de la profesionalidad y la ambición tanto de Muñiz como de sus muchados. Y además es una inmensa satisfacción para una hinchada harta de los cíclicos culebrones que ponen en duda la honoralibilidad del escudo levantino.

Algunos han criticado durante la semana que, en los diez minutos finales del partido, con 2-0 en el marcador y el título en el bolsillo, Orriols -incluída la nutrida representación gerundense- hiciera la ola. Está claro que nos sienta mal. Distrae y relaja las piernas de los futbolistas y suele traer consigo algún disguto, como el 2-1 que retrasó el alirón. Pero hay que entender al levantino y la ola tiene un sentido histórico: es la celebración de la supervivencia, representada por un Orriols lleno como para permitir una ola sin «calvas». El granota se alegra por las victorias, por el buen fútbol, por los ascensos, por los títulos€ pero sobretodo al ver lleno «su» estadio; y celebrar que no somos cuatro gatos pesa más que la prudencia de esperar al final del partido. Aun a riesgo de bacatazo.

Las grandes gestas del club durante las últimas cuatro décadas, con el estadio lleno, se celebraron así. Creo recordar una ola impresionante en el partido del año, en la campaña 83-84, en Tercera, con el Llevant a años luz de lo que hoy es. El legendario Alzira que ensambló Quique Hernández fue campeón de calle aunque cayó en la promoción, frente al Pegaso; el Llevant la superó, en Orense, con gol de Latorre. En aquel Alzira, Cazaurang marcó 34 goles, uno por partido; y Susaeta era el mago de una máquina de hacer fútbol. Ambos acabarían en el Llevant. Aquella matinal, con 30.000 personas en Orriols, el Llevant se impuso (2-0) a un Alzira que parecía invencible. Y el público se divirtió de lo lindo con la ola, unos años después de que se popularizara en el Mundial de México 86.

El Llevant visita hoy Tenerife (59 puntos). Los canarios no pueden alcanzar el ascenso directo pero se juegan la promoción ante la presión de sus perseguidores: Cádiz (59), Huesca (56), Valladolid (56) y Oviedo (54). Los cinco más el Getafe, que es el único que puede matemáticamente alcanzar la segunda posición, se jugarán las 4 plazas de promoción. Los tinerfeños ansian recuperar el derby canario en Primera, algo que no sucede desde 2001-02.

El Llevant, además de la honrilla, se juega el Zamora y el Pichichi€ y mantener las opciones de batir el récord de puntuación de Segunda, que detenta el Deportivo de la 2011-12 con 91 puntos. El Llevant lo superaría ganando los cuatro partidos que restan: el de hoy, Ucam, Lugo y Huesca. Si es capaz de jugar con la intensidad del día del Girona, tiene muchas opciones de conseguirlo.

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