A pesar de la lentitud con que siguen goteando las incorporaciones, a dos semanas del inicio liguero, impera el sentido común en la confección de un Llevant equilibrado y competitivo, aunque de momento apenas dé para poco más que un once titular. En defensa faltaría un central, tras la cesión de Saveljich al Albacete y el regreso de Róber Pier, a quien alguien desde el club debiera advertir, si no lo ha hecho aún, que «nunca mais» una autoexpulsión como la del último, y triste, partido ante el Huesca, cuando se perdió la imbatilidad en Orriols y el respeto de los rivales que porfiaban por una de las plazas de promoción de ascenso. En cuanto al argentino es obvio que hubiese podido cumplir perfectamente como el cuarto central que ahora habrá que incorporar. Debe existir algún tipo de desavenencia personal insalvable con Muñiz o el asunto se antoja inexplicable. Bien distinto es el caso de Verza, que no quiere ni oir hablar de salir y perder parte de su elevadísima ficha, pese a que no cuenta para el asturiano.
El centro del campo, ahora mismo, es de ensueño, con la llegada del marfileño Doukouré para formar pivote defensivo con Lerma, una explosiva combinación afroamericana, y con Bardhi -que no cesa de sorprender para bien a propios y extraños- de mediapunta. Campaña quedaría como recambio de lujo y Espinosa sigue en la rampa de salida. La situación es crítica, sin embargo, en la parcela ofensiva. Para las alas están Jason y Morales. Y en punta, sólo Alegría, hasta que vuelva Roger en enero. El joven extremeño apuntó maneras con el Numancia, hace dos temporadas, en Segunda, pero Tito lo trajo más como una apuesta de futuro que como el ariete sobre cuyos hombros debía recaer la responsabilidad de marcar 6/8 goles en la primera vuelta, para que las cosas vayan bien. Todo apunta a que es inminente la llegada de Ivi, del Sevilla Atlético, pero aún faltará, como mínimo, otro interior, un central y sobre todo un punta, para cerrar una plantilla de veinte futbolistas más Roger (y Verza, Espinosa y Pepelu, si no salen). Tras el retorno de Róber, urge menos otro mediocentro, pues el gallego ya demostró el año pasado su polivalencia y capacidad para esta posición.
200 columnas. El Bombeja Agustinet! suma, con esta, 200 publicaciones en la ventana granota semanal de Levante-EMV que abrió, muchos años atrás, el inolvidable Salva Regües y que mantuvo de par en par hasta su fallecimiento en enero de 2014. Con él siempre en la memoria, el levantinismo sigue exigiendo un tratamiento informativo más amplio -y sobretodo de calidad- para nuestro Llevant en los medios de comunicación. Y más aún ahora que ha regresado a Primera con la intención clarísima de consolidarse en la élite.
