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Dar con la tecla

Dar con la tecla

El Llevant sacó un punto miraculoso e injusto de Cornellà tras disputar un partido lamentable, no muy distinto de los anteriores en el Villamarín o ante el Alavés. Tanto es así que una derrota ante el Espanyol por 4-0, pongamos por caso, no hubiese sorprendido a nadie que viese el partido. La suerte, el desatino rival, alguna intervención prodigiosa de Raúl y el árbitro, que anuló un gol legal y no pitó unas manos claras en el área granota, evitaron la goleada. Sin embargo Muñiz insiste, en cada rueda de prensa, en el discurso condescendiente, sin atisbo de autocrítica. Y de ahí no se baja. Esperemos que sea sólo jabón de cara a la galería y que, a puerta cerrada, ponga firme al más pintado. Si no, mala barraca. Además del guardameta y las circunstancias ya enumeradas, al equipo lo sostuvieron Luna, Pier y sobre todo Lerma e Ivi. El centro de la zaga volvió a mostrarse permeable y la banda derecha fue una autopista para los pericos, con Pedro López y Morales desaparecidos, como Campaña y Nano. Sólo Boateng animó un poco las cosas en ataque, tras saltar en el 66´, junto a un incisivo Ivi. Su premio es no vestirse de corto hoy.

Así las cosas cuesta comprender que sigan sin ser convocados ni el central Cabaco ni el mediocentro Lukic. ¿Para qué se les trajo si no se cuenta con ellos ni en el momento de la Liga, hasta la fecha, en que sus compañeros de posición están más desacertados? Este camino no parece ir a ninguna parte. Es cierto que el Llevant tiene en el dique seco a tres titulares indiscutibles, pero no lo es menos que otros futbolistas determinantes del equipo que ascendió no están dando el nivel esperado y que desde hace tres jornadas los síntomas son preocupantes. También es verdad que con 10 puntazos en el casillero una cuarta parte del trayecto está hecho. Y que con anterioridad el equipo fue capaz de ofrecer firmeza defensiva y un fútbol de quilates. Por eso es alarmante la situación, porque no parece que se trate de un problema de capacidad, sino de gestión de los recursos y, posiblemente, táctico.

El Getafe de Bordalás fue el único equipo que la campaña anterior fue superior a la escuadra levantina tanto en la ida como en la vuelta. El técnico alicantino consiguió sacar al Getafe del pozo, tras siete jornadas y seis puntos, jugó promoción y ascendió en Tenerife. Con ocho puntos ha tenido un inicio de liga tan complicado como el Llevant y lo ha salvado con dos victorias, dos empates y cuatro derrotas por la mínima ante Sevilla, Barça, Madrid y Deportivo.

Esperemos que Muñiz dé al final con la tecla. El Llevant va a necesitar mucho más que volver a encomendarse a la fortuna para sacar los tres puntos ante un rival directo por la permanencia.

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