El martes no hubo susto en Copa, aunque pudo presagiarlo el gol de Mójica en el minuto 32. Aun con el 0-1 el Girona en ningún momento fue superior a un Llevant sobrio, pese al once de circustancias, con ciertas opciones, por la defensa rival adelantada, y desmelenado tras la salida de Morales en el minuto 52. La gran noticia, aparte del pase a octavos, fueron sus 40 minutos durante los cuales recuperó la verticalidad, el desborde y la picardía, como aún no se le había visto esta temporada.
El capitán regresa a un escenario de pesadilla, el del descenso a Segunda de 2016, el de Vicandi, que frustó toda esperanza al anularle el 1-2, a todas luces legal, precisamente a él. En el último suspiro sentenció el Málaga, con el Llevant volcado tratando de recuperar lo que le hurtó el trencilla.
Aunque resta mucha Liga, el Málaga de Michel es quien está ahora hundido en la cola y el Llevant, si gana, le sacaría once puntos. Eso dicen los guarismos, aunque la sensación es que los malacitanos pueden salir del hoyo y hoy quieren volver a ganar en casa, frente a? un rival directo, como ante Celta y Depor, pese a la deprimente eliminación copera ante el Numancia. Los granotes llegan a La Rosaleda en plena reconstrucción, por el doloroso 0-5 del sábado y con la enfermería a rebosar.
Tanto es así que, tras el debut en Copa de Hacen (19 años) y del marfileño Yalike (18), es muy posible que el primero sea titular, convirtiéndose en el primer mauritano en debutar en Primera, si no contamos a Gerardo Miranda, futbolista del Barça y Las Palmas en los 80, que nació en la actual Mauritania pero tenía nacionalidad española. Hace tres años y medio que se foguea en la cantera levantina, junto a su compatriota Aly, fichados tras un Cotif. Hacen se marcó un partidazo ante el Girona, hasta que se le subieron los gemelos. También Iborra debutó con 19 años de blaugrana, en Getafe, en octavos de Copa (2007-08). En el fútbol (y en la vida) se hace de la necesidad, virtud. Aquel Llevant descendió y entró en una crisis terrible, pero Iborra se convirtió en un mediocentro de época. Hacen pinta brutal, la verdad.
Con todo, que el Llevant sea hoy competitivo y ambicioso no dependerá tanto de las bajas o los requiebros de Muñiz para reconstruir la medular como del cambio de actitud de sus futbolistas, de su implicación e intensidad. Se avecina un calendario para ponerse a temblar y, por ende, se impone la necesidad de vencer hoy, en el encuentro más asequible hasta marzo. Después llegan Pizjuán, Camp Nou, Madrigal, Riazor, Mestalla y Anoeta y las visitas de Athletic, Leganés, Celta y Madrid. Es un momento clave de la temporada y será un éxito plantarse a finales de febrero con opciones claras de permanencia. Para ello se impone una actitud diametralmente opuesta a la del sábado pasado.
