El brazo izquierdo de Roberto evitó anoche la victoria del Levante UD. Después de más de 90 minutos de trabajo y algo de sufrimiento, Nano Mesa tuvo en sus botas un gol que valía tres puntos y un golpe de autoridad en la clasificación. Sin embargo, el portero del Málaga adivinó la intención del canario y cerró el partido con un empate que mantiene las cosas como estaban.

Pese a tener cinco centrocampistas de corte ofensivo en el campo, el Levante UD no fue capaz de dominar el partido en la primera mitad. El Málaga, de menos a más en los primeros minutos, fue el que disfrutó de la posesión, aunque sin generar serio peligro ante la meta de Oier. El portero vasco, de nuevo titular, se mostró sobrio en la salidas y atajó todos los centros bombeados que llegaban desde las bandas, en especial desde la izquierda, donde Keko buscó una y otra vez la espalda de Toño.

Con todo, el Levante UD no se atrincheró como en otros encuentros. Esta vez mantuvo la línea de medios adelantada y fue, siempre que pudo, vertical en las contras. Con Bardhi algo perdido como mediocentro, Campaña se vio obligado a ocupar más espacio de lo habitual y el equipo lo acusó a la hora de la creación. Samu jugó por delante como mediapunta, pero le faltó la chispa necesaria para encontrar el último pase a Ünal. El delantero turco, en su línea, se movió bien y luchó lo suyo, pero disfrutó de escasas ocasiones para rematar.

Jason, en la banda izquierda, fue de lo más destacable de los azulgrana en ataque, excesivamente dispersos. El gallego remató de cabeza cerca del poste en la única aproximación de los granotes a la puerta de Roberto, aunque la jugada fue invalidada por fuera de juego.

El descanso llegó sin claras ocasiones para ninguno de los dos conjuntos, pero con el duelo muy abierto por el cariz ofensivo de las dos alineaciones, con tres medias puntas en ambos bandos (Keko, Peñaranda y Chory en el Málaga y Jason, Morales y Samu en el Levante UD) capaces de inventarse una jugada de gol en culaquier momento.

Muñiz movió pieza en los vestuarios. Samu, fallón y con una amarilla, se quedó en la caseta y entró El Hacen. A sus 19 años, el centrocampista mauritano, salió para aportar aplomo y permitir que Bardhi adelantara unos metros su posición. Rico, con un remate desde la frontal que acabó en cónrer, y Diego González, cuyo disparo se econtró con el rostro de Oier, acariciaron el gol tras el descanso.

El Levante UD seguía sin pisar el área rival y el Málaga ganó en fluidez, aunque sin encontrar el camino hacia el gol. Eso comenzó a desesperar a la Rosaleda.

Nano entró por Ünal, algo cansado, mientras que Bastón lo hizo por Peñaranda en los locales, que pasaron a jugar con dos puntas. Los dos entrenadores levantaron sus cartas preparados para buscar los tres puntos en la última media hora. Se congeló el partido, con el miedo a perder creciendo en los dos equipos y el balón quedó sin un dueño claro. Ontiveros, recién salido al césped, puso un buen centro la cabeza de Bastón y su remate se marchó alto. También lo probó Chory, pero Oier sacó bien los guantes. Nano Mesa se plantó mano a mano ante Roberto en el descuento. El canario ejecutó mal y estrelló el balón en los brazos de Roberto para sellar el 0-0.