Así sí. El Levante UD arrancó anoche un punto del Pizjuán, una de las plazas más complicadas de la Liga, ofreciendo su mejor versión. La del equipo competitivo, equilibrado y atrevido, liderado por el mejor Campaña y el mejor Lerma, que empequeñeció al Sevilla y peleó por sus opciones de victoria hasta el descuento. Así sí.

El primer tiempo se le quedó corto al Levante UD. Muñiz revolucionó el once inicial y las sensaciones fueron más que positivas. Pedro López y Luna volvieron a los laterales, como Lerma al mediocentro, donde debutó Lukic para acompañar a un inspirado Campaña. El futbolista andaluz ofreció todo un recital en su regreso al Pizjuán. Se echó el equipo a la espalda y se sacó de la chistera su mejor repertorio de controles, pases y conducciones. Sólo le faltó buscar más la portería.

Después de unos minutos de tanteo y bajo una intensa lluvia, con Campaña a la batuta, el Levante UD se fue a por el partido y encerró al Sevilla en su propio campo. Al cuarto de hora de juego, una mano milagrosa de Rico desvió a córner el remate de Ünal. El turco apareció en el momento justo para remachar en el corazón del área una gran combinación de Morales y Campaña por la izquierda, pero marró estrepitosamente ante el meta sevillista. Esa jugada, no obstante, dio alas a los granotes, que siguieron apretando en su terreno a los de Berizzo (anoche en el banquillo) gracias a un Lerma pletórico.

Campaña no acertó a conectar un remate en el área tras el pase de la muerte de Jason y a continuación Morales perdía el balón en el último instante tras un contragolpe fugaz originado en las botas de Oier.

El Sevilla parecía noqueado, pero no lo estaba. A punta de cumplir la media hora de juego, Ganso aprovechó un centro rebotado de Escudero para cabecear a la base del poste derecho de Oier. El portero vasco despejó a córner en una demostración de reflejos, como después ante un disparo lejano pero potente de Sarabia.

El Levante UD respondió a balón parado. Jason soltó un latigazo inapelable en una falta lejana, pero el cuero se estrelló en la madera con Rico vencido. El Sevilla pedía a gritos el descanso ante la calma de los azulgrana, por fin destensados y atrevidos, mientras el Pizjuán, desquiciado, comenzaba a silbar.

A los dos minutos de la reanudación Jason avisó de nuevo, esta vez con un remate algo escorado que se marchó alto. Por contra, Campaña y Lukic se cargaron con una tarjeta en apenas tres minutos.

Los hispalenses despertaron entonces. Comenzaron a darle fluidez al partido y llegaron las ocasiones. En una de ellas, la fortuna sonrió a los azulgrana. Ben Yedder remató en el área pequeña, el balón tocó en Postigo y Oier lograba salvar el gol, casi sin querer, con la cabeza. Una parada inverosímil que mantenía con vida a los de Orriols, que no se arrugaron. Campaña, en una falta, Jason con un testarazo forzado y otra falta contra la barrera, amagaron con el gol en Nervión. A la contra, Ben Yedder volvía a probar los reflejos de Oier, muy entonado, con otro fuerte disparo. A falta de 15 minutos todo estaba abierto.

En el tramo final Chema se lesionó y Muñiz metió a Cabaco. En ese proceso el Levante UD apaciguó el ritmo del partido, por momentos vibrante, con toda la artillería del Sevilla en el césped. Nada iba a poder impedir que el Levante UD sumara un punto más que merecido. Un punto que, si el martes tiene continuidad, puede ser de inflexión.