El Levante UD sigue anulado en Orriols. El equipo azulgrana dejó escapar ayer ante el Celta tres puntos más como local (ya han volado 23 en esta primera vuelta) tras un partido en el que quizá mereció más, pero en el que volvió a pagar su desesperante falta de gol.

Boateng, en dos remates a bocajarro ante Rubén Blanco, Morales en un mano a mano con el guardameta y Coke, solo en el segundo palo para remachar a la red en el último suspiro del partido, tuvieron en sus botas cuatro ocasiones más que claras para, al menos, sumar un empate y rebajar la tensión que se respira en el ambiente.

Sin embargo, no fue así. El Levante UD se estrelló de nuevo con la mala fortuna y la escasa calidad de sus futbolistas en los últimos metros y se topó con otra derrota en casa. Al Celta, que acusó el cansancio de sus últimos tres partidos ante el Barcelona y el Madrid, le bastó el gol de Sisto en el primer tiempo para llevarse la victoria.

En este primer acto, los vigueses marcaron un ritmo del partido bajo con un dominio del balón estéril. El Levante UD, con las novedades de Róber, Coke e Ivi en el once inicial y con Bardhi y Jason en el banquillo, se limitó a esperar el fallo del rival en busca de una contra. Pero no llegó a suceder. Sólo Boateng, en los primeros minutos y con un remate forzado de cabeza, obligó a estirarse a Rubén.

De hecho, fue el Celta el que se aprovechó de un ataque del Levante UD. De un centro de Coke, el conjunto gallego logró fabricar un contragolpe en el que Iaspas burló la vigilancia de Lerma y conectó bien con Sisto, el jugador más activo de los celestes en el primer tiempo. La combinación entre ambos en la frontal, con la zaga granota desarbolada, sirvió para que el danés de origen ugandés batiera a Oier sin dificultades.

Orriols respondió con aplausos de ánimo a los suyos, era el minuto 37 del primer tiempo y aún quedaba toda una segunda parte para buscar la remontada.

Muñiz retiró a Campaña en el descanso para introducir a Jason. Lerma y Doukouré ocuparon el doble pivote y Morales se disfrazó de media punta para acompañar a Boateng en el área. Esta modificación resucitó al equipo granota, que comenzó a hacer daño a su rival, adormecido y sin capacidad para frenar a los azulgrana.

Los centros laterales desde ambas bandas, con Coke y Luna desdoblando a Jason e Ivi respectivamente, fueron el mejor atajo. En uno de ellos, Boateng se encontró solo ante Rubén en el corazón del área. El ghanés, algo desequilibrado, remató como pudo y una pierna milagrosa del portero gallego evitó el empate.

Poco después, Morales chutó demasiado cruzado cuando estaba frente a frente con el meta vigués. El Levante UD estaba desatado y Orriols no dejaba de aplaudir a los suyos, con el Celta pidiendo la hora a falta de más de 20 minutos.

Muñiz dio entrada a Nano y Bardhi, casi a la desesperada, y llegaron dos ocasiones claras para empatar. Primero Boateng, tras otro centro que la defensa del Celta no supo despejar. El africano, sólo en el segundo palo, se llenó de balón y la envió fuera con todo a favor para marcar.

En el descuento, el enésimo centro acabó con Coke, solo en el segundo palo, listo para remachar. Su disparo se fue al cielo y con él las ilusiones granotes de sumar un punto más que merecido.