Llegó, vio y marcó. Pazzini desató la locura en el Ciutat de València. En el minuto 89 el italiano marcó el gol que le daba un más que merecido empate a un Levante que recuperó sus señas de identidad. A base de garra, tesón y amor propio volvió a poner contra las cuerdas al Real Madrid. Y encima recobró el olfato goleador. No se puede pedir mucho más.

No fue el único que recuperó crédito. Muñiz también salió reforzado. El técnico azulgrana transformó el partido en el segundo tiempo con cambios arriesgados, de esos a los que acostumbra el asturiano y ayer le volvieron a salir bien. Las salidas de Roger, Pazzini y Jason le dieron mordiente al Levante, incluso cuando el empate aún campeaba en el marcador. Si alguien se echó las manos a la cabeza, se equivocó.

El Levante, aunque no rompió la mala racha en casa, ya que no gana desde que doblegara a la Real Sociedad el ya lejano 21 de septiembre del año pasado, dio otra imagen diametralmente opuesta.

El Levante fue de menos a más en el primer tiempo hasta el punto de que la grada acabó coreando el nombre del equipo al retirarse al descanso. Pasó de verlo negro con el gol de Sergio Ramos a la euforia desbordada con el empate de Boateng.

Lo mejor de la primera parte es que los azulgrana no se fueron del partido tras encajar el gol, era un resultado que permitía albergar esperanzas de empatar a menos que tuviera una ocasión. Y eso fue lo que pasó cuando las manecillas del reloj marcaban el minuto 41. Un pase en profundidad de Lukic a Morales permitió la internada del Comandante, su disparó fue rechazado por Keylor Navas en su salida y que marcara Boateng tras un disparo muy ajustado. El Ciutat de València se vino abajo.

Hasta llegar a ese momento el Real Madrid dominaba el partido con cierta comodidad. En el minuto 10 Sergio Ramos aprovechó la relajación de la defensa granota y la colaboración de Oier para adelantar a su equipo. No creó el Real Madrid ocasiones excesivamente claras para sentenciar pero si creaba sensación de peligro porque sus ataques se fraguaban en su superioridad porque tanto Carvajal como Marcelo, más el brasileño, se incorporaban por las dos bandas.

Mantuvo el tipo en defensa

Exceptuando el error del gol del Real Madrid el Levante mantuvo el tipo en defensa, con Róber Pier y Postigo -salvo su despiste en el tanto de Sergio Ramos- rayaron a una buena altura.

El problema que tiene el Levante es que genera escasas ocasiones, sobre todo en el Ciutat de València, y, de hecho, en el primer tiempo solo tiró una vez entre los tres palos y fue con el gol de Boateng. El bagaje en ataque se redujo a un disparo de Ivi que se fue bastante alto por encima del arco de Keylor Navas. Pero al menos estaba dentro del partido y por eso pudo restaurar las tablas antes de irse al descanso gracias al tanto del delantero ghanés, que ayer también salio reforzado.

Del vestuario salió un Levante más decidido que en la primera parte. Lerma fue creciendo y a punto estuvo el colombiano de lograr el segundo gol, pero lo evitó Keylor Navas con una gran intervención. El partido se abrió porque ambos equipos intercambiaban golpes. El balón iba de una área a otra y eso podía ser peligroso para el Levante porque la calidad de un Real Madrid ante un equipo con la guardia bajada podía ser letal.

El equipo azulgrana perdió músculo porque Lerma tuvo que retirarse en el minuto 68 lesionado tras realizar un generoso esfuerzo y entró Roger aclamado por la grada puesta en pie.

El Real Madrid aprieta

El Real Madrid intensificó el dominio porque físicamente estaba mucho más entero que su rival. Benzema disparó fuera y Sergio Ramos hizo intervenir a Oier. Muñiz sacó a Pazzini buscando el gol pero fueron los madridistas los que marcaron. Un error de Morales permitió el contraataque del Real Madrid y el gol de Isco en una jugada que pudo evitarse. Y Roger pudo marcar, pero su cabezazo salió fuera cuando lo fácil era marcar.

Y en el minuto 89 Pazzini no falló y se desbordó la locura en el Ciutat de València. Con sangre fría batió a Keylor Navas para lograr el gol del merecido empate de un Levante que anoche volvió a ser el equipo que tan buenas sensaciones diera en los primeros partidos de la temporada. Es un golpe de moral. Ahora falta que la racha siga.