Juan Ramón López Muñiz seguirá como entrenador del Levante UD, al menos hasta el próximo lunes, cuando el Betis visita el Ciutat de València. Es lo que ayer acordó el consejo de administración del club azulgrana después de una intensa reunión en las oficinas del estadio Ciutat de València que se prolongó durante más de cuatro horas, con la crisis deportiva que atraviesa el equipo como único punto en el orden del día.

En el cónclave granota también participaron el director deportivo, Vicente Blanco, «Tito», y el secretario técnico, Carmelo del Pozo. Ambos fueron los encargados de dar parte a los consejeros de los motivos de la actual situación del Levante UD, a dos puntos de la zona de descenso y con sólo una victoria en las últimas 19 jornadas del campeonato, con dolorosas derrotas como la del domingo en Anoeta de por medio (3-0).

Analizada la realidad deportiva que vive el equipo, los dos técnicos defendieron la continuidad de Muñiz como responsable de la plantilla.

No obstante, la propuesta de Tito y Carmelo del Pozo de mantener a Muñiz chocó con la intención de una parte de la directiva levantinista, convencida de que la única manera de revertir la paupérrima racha de resultados del equipo pasa por un relevo en el banquillo. Sin embargo, la dirección deportiva se aferró a la idea de que Muñiz puede sacar el objetivo adelante.

Tanto Tito como Carmelo del Pozo se unieron a la reunión del consejo a las 15.30 horas de la tarde, casi una hora después de que esta hubiese comenzado. Ambos técnicos llegaron algo más tarde a la cita porque pasaron la mañana en la Ciudad Deportiva de Buñol, donde se entrevistaron durante hora y media con López Muñiz antes de que la reunión del consejo, convocada de urgencia a primera hora de la mañana, se pusiese en marcha.

En los vestuarios de Buñol, Tito y Carmelo trasladaron a Muñiz que iban a defender su continuidad en la reunión de la directiva, a sabiendas de que era más que probable que se tratase su destitución. De hecho, Tito ligó su futuro al del entrenador al hacerle ver que si el consejo decidía despedir a Muñiz sería porque también decidía prescindir de la actual dirección deportiva.

Finalmente, tras cuatro de horas de consejo en la planta noble del Ciutat de València (los consejeros comieron bocadillos en la sala de reuniones), el Levante UD informó de que no se había procedido a ninguna destitución y de que la reunión con la dirección deportiva sólo se debía a la preocupación de los consejeros por el devenir del equipo, sobre todo tras la mala imagen en San Sebastián.

Durante el encuentro de los consejeros también se analizaron las primeras sensaciones de los fichajes del mercado invernal, de los que, hasta el momento, sólo Coke, Pazzini y Rochina han tenido minutos sobre el césped.

El Levante UD es decimoséptimo en la clasificación, con 20 puntos en su casillero, dos por encima de la UD Las Palmas, el equipo que ahora marca la zona de descenso. El conjunto granota, sin embargo, acumula 12 partidos sin conseguir la victoria, sólo un triunfo en las últimas 19 jornadas de Liga y más de tres meses de competición sin adelantarse en el marcador al rival. La situación de Muñiz ya era comprometida hace tres semanas, pero los empates in extremis ante Deportivo y Real Madrid le dieron oxígeno para afrontar las siguientes jornadas. Tras las derrotas en Mestalla y Anoeta, su crédito está al límite.

Por todo ello, en un amplio sector del levantinismo y una parte del consejo de administración del club se oyen voces que apuestan por un cambio drástico en el banquillo levantinista, como ya sucedió hace tres temporadas con Mendilibar (sustituido por Alcaraz) y dos con el propio Alcaraz (relevado por Rubi). Durante la jornada de ayer, varios fueron los nombres de entrenadores sin equipo que fueron vinculados al Levante UD, pero en el club se asegura que el técnico seguirá siendo Muñiz.