Hablar de justicia en el fútbol no tiene mucho sentido cuando un equipo está con el agua al cuello. Si el Levante está rozando las posiciones de descenso transcurridas 26 jornadas es por algo, pero ayer sufrió un duro varapalo después de ver como se le escapaba un punto en el minuto 91 después de haber luchado hasta la extenuación. Remó y remó y cuando atisbaba la orilla murió ahogado. ¿Mereció mejor suerte? Es posible, pero los fallos penalizan y una distracción letal de Lerma en el minuto 91permitió al alavesista Laguardia marcar cuando ya ni la propia afición local daba un euro por su equipo.

Otro error que castigó al Levante fue el penalti de Chema, quien tras un horrendo despeje no tuvo más remedio que hacer penalti a Pedraza Los azulgranas debían de jugar con 10 hombres durante 60 minutos.

Si además sumas que ninguna de las claras ocasiones de Morales e Ivi acabaron en el fondo de las mallas de la portería de Pacheco, el cóctel es letal. Tantos fallos al final marcan y eso fue lo que sucedió en la fría noche de Mendizorroza.

Y es que cuando mejor estaba jugando el Levante apareció Chema. Y lo hizo para mal con un error imperdonable en un despeje en su área que le obligó a agarrar a Pedraza y derribarlo. Penalti y expulsión del central manchego. Una equivocación más en una temporada con más sombras que luces de un defensa que está a años luz de su rendimiento de la temporada pasada. Aunque era en Segunda División.

Para suerte del Levante, Manu García debió compadecerse del fallo garrafal de Chema y lanzó el balón fuera. Lo malo es que el equipo azulgrana debía jugar 60 minutos con diez jugadores. Hasta ese fatídico minuto 29 el Levante no estaba mal. Con un cambio de sistema respecto al 4-4-2 ante el Betis Muñiz volvió a sus 4-5-1 con Lerma más atrasado en el centro del campo, custodiado por Campaña y Lukic, flanqueados por Ivi y Morales en las bandas y con Roger en punta.

El Levante planta cara

El conjunto granota plantó cara al Alavés y no pasó excesivos apuros. De hecho, salvo una doble ocasión de Guidetti, fallido objeto del deseo azulgrana en el mercado, que afortunadamente envió el balón alto, el Levante salió airoso. Cerró bien su área, los laterales no sufrieron mucho porque Munir no apareció mucho y Pedraza solo originó peligro cuando Chema le hizo penalti. Lerma destacó en su tarea de destrucción y estando en todas partes como es habitual en el colombiano, bien secundado por Lukic.

En el segundo tiempo el Alavés apretó de lo lindo, pero fue el Levante quien dispuso de dos ocasiones muy claras. Primero un disparo de Moralés que repelió Pacheco y más tarde Ivi lanzó una falta desde 40 metros que se estrelló en el palo.

El Alavés pudo marcar, sobre todo en un disparo que Oier despejó como pudo, pero la suerte le iba a ser esquiva al Levante cuando menos lo esperaba. Las manecillas del reloj estaban a punte de señalar en el minuto 91. En una jugada a balón parado Laguardia aprovechaba el despiste de Lerma en el marcaje y le daba la puntilla al equipo de Muñiz.