Llegó la hora de Paco López (Silla, 50 años). El hasta ayer entrenador del Atlético Levante UD tomará mañana martes, y hasta el final de la temporada, las riendas del primer equipo azulgrana una vez consumada la destitución de Muñiz.

De hecho, el técnico valenciano fue avisado ayer de su «ascenso» mientras viajaba hacia Elda en el autobús del filial granota, con el que cayó derrotado ante el Eldense, aunque mantuvo la condición de líder el Grupo VI de Tercera.

López es el recambio elegido por la dirección deportiva del Levante UD para tratar de conseguir el objetivo de la permanencia en la máxima categoría. Se confía en su trabajo, su carácter, su capacidad para levantar la moral del vestuario y, sobre todo, su pleno conocimiento del club y de los futbolistas de la plantilla para intentar dar un vuelco a la situación actual.

Sin duda, se trata de una apuesta arriesgada, puesto que Paco López todavía no se ha estrenado en Primera División. Hasta ahora, ha dominado todos los registros en categorías como la Tercera División y la Segunda B, donde se ha hecho cargo de los filiales del Valencia, el Villarreal y el Levante UD con resultados positivos.

López fichó este pasado verano por el club de Orriols después de terminar su etapa en la cantera del Villarreal. Con el filial groguet llegó a disputar la fase de ascenso a Segunda División en la 2015-2016. Además, del Mestalla, también dirigió al Benidorm y al Alcoyano en la división de bronce.

Por otro lado, la única experiencia de López en Segunda División fue con el Cartagena, en la temporada 2011-2012, como sustituto de Juan Ignacio Martínez. En el club murciano, López fue víctima de la inestabilidad generado por su junta directiva.

Pero además, López luce un pasado levantinista como jugador. Fue delantero de la plantilla en la temporada 1994-1995, con Juande Ramos en el banquillo, cuando el Écija rompió el sueño del ascenso a Segunda tras una temporada brillante de la escuadra azulgrana. López anotó siete goles en once partidos, cuatro en la fase de promoción. Tras la debacle ante el Écija, se ganó el cariño de la afición granota, que siempre lo ha considerado uno de los suyos.

Su compromiso con el club, además, es total. Así quedó demostrado el pasado mes de noviembre. Después de su buen hacer con el Atlético Levante UD, el Elche, club en Segunda B y diseñado para ascender a Segunda, contactó con López para incorporarlo como entrenador.

Sin embargo, el técnico valenciano rechazó la propuesta, dispuesto a cumplir su contrato con el Levante UD y terminar la temporada con el filial azulgrana. Un gesto que, entonces, pasó desapercibido de puertas para afuera, pero no en los despachos de Orriols, donde ayer se decidió que él se encargara de liderar al equipo en el camino hacia la salvación.

Un calendario comprometido

Paco López dirigirá mañana su primera sesión de entrenamiento en la Ciudad Deportiva de Buñol a partir de las 10.30 horas. Será cuando empiece a preparar el próximo partido de los levantinistas, el sábado frente al Getafe (18.30 horas).

En total, el de Silla tiene por delante once partidos para resucitar al vestuario. En rojo están marcados tanto el próximo partido en Orriols, el viernes 16 de marzo ante el Eibar, como, sobre todo, el del 8 de abril ante la UD Las Palmas en el Ciutat de Valéncia. En medio, el Levante UD visitará Montilivi para visitar al equipo de moda, el Girona de Machín.

Una vez superado este primer tramo de cuatro partidos, los granotes afrontarán una serie de jornadas comprometidas que comenzará en el Wanda ante el Atlético (15 de abril), seguirá con la visita del Málaga (18 de abril), la salida a San Mamés (22 de abril), la llegada del Sevilla a Orriols (29 de abril), el encuentro a domicilio ante el Leganés (6 de mayo), la visita el Barça (13 de mayo), y el último partido de Liga en Balaídos ante el Celta (20 de mayo).

Todo un reto para un entrenador de la casa, ilusionado con el objetivo de mantener al Levante UD en Primera y quitarse de una vez por todas la espina de aquella derrota ante el Écija.