Paco López (Silla, 1967) fue un futbolista discreto. Un cazagoles que se labró su carrera en el fútbol regional, y después en Segunda B, donde pasó la mayor parte de su trayectoria. Hace dos semanas entrenaba al filial del Levante UD, en Tercera, y hoy su nombre suena con admiración en las tertulias futboleras de la tevisión de pago. López ha llenado de optimismo las gradas del Ciutat de València, donde las perspectivas han cambiado sustancialmente en cuestión de días. Dos partidos, dos victorias. Seis puntos que sitúan al Levante UD, ahora sí, como el equipo más aventajado de los cuatro que compiten por la permanencia.

De nombre y apellido sencillos, nada rimbombantes, Paco López ha conseguido, además, que el equipo azulgrana encadene dos victorias consecutivas, un hecho inédito para el Levante UD en lo que llevamos de temporada. Lo ha hecho ante dos conjuntos de jornaleros, Getafe y Eibar, equipos que transitan con tranquilidad este en Primera División gracias, sobre todo, a la exigencia táctica, el orden y la disciplina. Así que ambos triunfos adquieren un mérito especial, tratándose de un equipo, el Levante UD, que ha vivido unos últimos meses instalado en la ansiedad. En ese delirio mental en el que entran los equipos cuando no encuentran la fórmula para ganar partidos, sea desde el trabajo táctico o psicológico. Todo eso lo intentó sin éxito Juan Ramón López Muñiz. Paco López ha devuelto esa confianza perdida, tocando lo justito y necesario para recuperar a un grupo de futbolistas escépticos, indecisos, llenos de dudas.

La primera medida de Paco López ha sido reforzar el sistema 4-4-2 que utilizó Muñiz como alternativa cuando las cosas empezaron a torcerse, después de renunciar al 4-5-1 con el que hizo campeón de Segunda al Levante UD el año pasado. Y con el que continuó esta temporada, salvo en contadas excepciones. Paco López prefiere más gente arriba, en el balcón del área rival. En Getafe alineó a dos delanteros: Roger y Boateng. El viernes, ante el Eibar, situó a Pazzini, luego sustituido por Boateng, junto al canterano. Los dos últimos marcaron, con todo lo que ello conlleva para dos atacantes ansiosos por la falta de puntería. El cambio de sistema es especialmente motivador para el futbolista formado en el CD Serranos, que, tras volver de su lesión, necesitaba confianza para volver a sentirse un delantero. Con Paco López lo ha conseguido. Su gol ante el Eibar es un gol de delantero de toda la vida.

El Levante UD ha recuperado los triunfos gracias a un fútbol más alegre. Es recuperar la pelota y el equipo sale disparado hacia la portería contraria, con más verticalidad. Es una consecuencia de un sistema de juego con menos centrocampistas y más «llegadores». Un dato relevante: pese a que el equipo se ahorra trámites para hacer circular el balón, tuvo más posesión que el Getafe, pese a jugar a domicilio, lo que significa que el Levante UD quiere la pelota. No le tiene miedo.

La estrategia defensiva, uno de los males del equipo en los meses previos, es otro de los puntos subrayados en la libreta de Paco López. El Levante UD no sólo defiende mejor con el balón en juego, sino en las acciones a balón parado. Un síntoma de lo que quiere Paco López: un equipo que proteja su portería con mucha concentración y busque el arco contrario con sus mejores armas: velocidad y juego por las bandas, con especial rédito para los delanteros.

Más lejos del descenso

La victoria del viernes y el empate (1-1) de ayer entre el Deportivo y Las Palmas, en Riazor, permiten al Levante UD abrir brecha con la zona de descenso. Ahora está a 6 puntos del conjunto canario, que marca el límite. Además, se acerca al Alavés, ahora a 4 puntos, tras su derrota en Mestalla.