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Análisis

El optimismo granota contra con el pesimismo gallego

Levante y Deportivo tienen partidos similares en las últimas siete jornadas, pero encaran la recta final con dinámicas muy diferentes

El optimismo granota contra con el pesimismo gallego

A los pocos minutos de acabar el encuentro ante la UD Las Palmas, Paco López se encargó de echar un jarro de agua fría a la euforia -por otra parte lógica tras ganar de una manera agónica al conjunto insular- instalada en el levantinismo tras una victoria que deja al Levante UD a ocho puntos del Deportivo, uno más si se tiene en cuenta el gol average, a falta de siete jornadas para finalizar la liga de Primera División. «Aún queda mucho», afirmó el técnico de Silla al acabar el partido.

Tanto como mucho quizás es pecar por exceso como también es exagerado afirmar que el club azulgrana ya tiene los deberes hechos. Hay que recordar que en la temporada 2004-2005 el equipo entrenado por Schuster en las últimas siete jornadas tiraba por la borda los 11 puntos que le separaban del Mallorca, que le acabó sobrepasando en un inusual esprint.

El calendario de ambos equipos es similar, incluso calca los enfrentamientos. En la próxima jornada, la 32, el Levante viaja al Metropolitano para enfrentarse al Atlético de Madrid mientras que los gallegos juegan en San Mamés frente al Athletic Club. En la 33 los azulgrana recibirán la visita de un desahuciado Málaga y los blanquiazules al Sevilla. En la 34 será el Levante quien rinda visita al Athletic y el Depor pondrá rumbo a Leganés. En la jornada 35 los granotes se enfrentarán al Sevilla en el Ciutat de València y los hombres de Clarence Seedorf se verán las caras con el Barcelona en Riazor. En la 36, viaje azulgrana a Leganés y del Deportivo a Vigo para vérselas con el Celta. En la 37 el Barça dejará su tarjeta de visita en Orriols y los coruñeses recibirán al Villarreal. En la última jornada el Levante se desplaza a Balaídos y el Depor a Mestalla.

Mientras que en el Levante reina el optimismo, en A Coruña es todo lo contrario. El pesimismo se ha instalado en el club gallego. La sombra del descenso se ha ido agigantando con el paso de las jornadas y la llegada de Seedorf no ha contribuido a difuminarla. Desde que el holandés llegó al banquillo hace nueve jornadas el Deportivo solo ha sumado 6 puntos de 27 posibles gracias a una victoria -la conseguida el pasado viernes frente al Málaga-, tres empates y cinco derrotas. Aunque Seedorf es un optimista por naturaleza, su mensaje positivo no cala entre la afición, que recibió como un rejonazo la victoria del Levante ante Las Palmas.

«Contra las cuerdas»

Los cálculos para iniciar la remontada eran una derrota azulgrana para colocarse a cinco puntos y comenzar a soñar. Pero como expuso ayer el deportivista Juanfran, «la racha» de resultados positivos del Levante les está poniendo «contra las cuerdas» porque que el Depor necesita tres victorias más que los azulgrana en los siete partidos que quedan. Además, el juego del conjunto blanquiazul no acaba de convencer. La primera parte del partido frente a los andaluces es una muestra.

Mientras, el Levante es la otra cara de la moneda. Paco López ha puesto en órbita un equipo que iba cuesta abajo y sin frenos. Tres victorias y un empate en Girona es el saldo del nuevo Levante pese al rosario de bajas que sufre la plantilla entre lesiones y sanciones como la que impedirá a Coke jugar en el Metropolitano, ausencias que impiden refrescar un equipo que comienza a estar tieso.

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