Colorín, colorado, este cuento (casi) se ha acabado. El casi es por un puro formalismo porque el Levante le saca 9 puntos (10 con el gol average) al Deportivo cuando solo quedan 12 puntos en disputa. Si le ganan al Sevilla el próximo viernes, los azulgrana matemáticamente certificarán la permanencia. Y si no es en el próximo partido, será en el siguiente, pero el Levante ya tiene bien amarrado el botín. Y eso contribuyó el grandioso partido que se marcó en San Mamés. El mejor en mucho tiempo lejos del Ciutat de València. Lo bordó e hizo enmudecer a la Catedral.

No se vino abajo cuando en el minuto 7 el tiquismiquis Raúl García marcaba desde 30 metros fuera del área. Lejos de hundirse surgió el nuevo Levante de Paco López, comandado por unos excelsos Campaña y Lerma, apoyados por unos grandiosos Bardhi, Morales y Boateng y bien secundados por un paralotodo Oier, se puso a jugar. Y vaya que si lo hizo. Boateng y Coke sirvieron el aperitivo con dos clarísimas ocasiones como entrantes para que llegaran los goles de Bardhi como plato principal. Dos tantos que firmaría el mismísimo Messi -de hecho el macedonio es el segundo jugador que más tantos ha marcado de falta directa después del argentino- y que le dieron la vuelta al marcador cuando acababa el primer acto. Dos faltas lanzadas desde el lateral del área del Athletic y que entraron como misiles.

Era lo justo porque el Levante jugaba y jugaba logrando arrinconar al equipo de Ziganda ante la desesperación de San Mamés. Los granotes se fueron al descanso con 1-2. Y en el segundo tiempo no solo aguantaron las embestidas locales sino que aún tuvieron arrestos para intentar sentenciar el partido. Williams y Raúl García pudieron marcar, pero Morales culminó una de sus cabalgadas con otro golazo. Era el minuto 89 y ya no había tiempo para más. Solo para festejar a lo grande un histórico triunfo. El que da tres puntos de oro y una permanencia.

Paco López ha cambiado radicalmente este equipo y lo ha convertido en un grupo hambriento de victorias y que, excepto el día del Málaga, ha bordado el fútbol en la mayoría de los partidos.Ha recuperado a Campaña para la causa y eso se lo agradece el equipo. Con el sevillano el fútbol es fluido. Y junto al músculo de Lerma -y la calidad como lo demuestra el pase a Boateng en la ocasión fallada por el ghanés- el centro del campo ha cambiado radicalmente.

En defensa, con Cabaco y Róber Pier -y ayer con Postigo y Chema- ha tapado la sangría de goles y delante se ha encontrado con un renacido Boateng. Y eso está en el haber del técnico de Silla.

El Levante se ganó el cielo en la Catedral.