breve ha sido el idilio entre Del Pozo y el Llevant, tras el rotundo éxito (en cuanto a resultados y objetivos) del curso anterior en Segunda. También con Tito, cuando parecían una pareja de baile inseparable. El mundo del fútbol consolida a diario su alma maniquea. Todo es blanco o negro, sin matices. Tito y Del Pozo construyeron un proyecto perfecto para regresar a la élite de forma arrolladora. Ahora se les culpa de todos los males de la actual temporada. Incluso cuando la irrupción de Super López ha dejado al descubierto que había plantilla para algo mucho mejor que el sufrimiento y el tedio y, por ende, que fue Muñiz quien fracasó, de forma estrepitosa.
Sí, todos hemos resoplado desesperados a propósito de Nano, Alegría, Samu, los cinco guardametas o el afer Fahad, pero la verdad es que Tito-Del Pozo acertaron en la mayoría de las operaciones: Cabaco, Pier, Coke, Luna, Lukic, Doukouré, Bardhi, Ivi o Boateng y que está por ver cuál hubiese sido la aportación de Ünal, Rochina, Sadiku o Pazzini, con más opciones, continuidad y otro contexto exento de ansiedad o urgencias.
Un poco de memoria y de perspectiva nos enseña que no existe jamás el pleno de éxito en los fichajes, ni en el Llevant, ni en nuestra liga ni en ninguna otra. Y que el balance de aciertos y errores del tándem Tito-Del Pozo en Primera es más que positivo, incluyendo la decisión más importante de todas: la sustitución de Muñiz por Paco López, aunque se tardara demasiado en tomarla.
Así las cosas, la marcha de Del Pozo es una mala noticia. Y aún podría ser peor, si finalmente le sigue Tito.
Super López se queda. El Consejo ha ratificado a López, aunque no nos queda claro si es a instancias de Tito o si ya no existe, abiertamente, separación de poderes en el club. Con los mismos futbolistas que habían hundido en el pesimismo al pueblo granota, Paco López ha diseñado, en cuatro ratos y con excepción del encuentro ante el Málaga, la escuadra granota más solvente que se conoce desde la del sueño europeo. Tanto es así que son muchos los que afirman que ante el Sevilla se vio a uno de los mejores Llevant de la historia. No puedo opinar al respeto: tres horas antes de ese partido venía al mundo nuestro hijo Albert. Esperemos que hoy en Butarque el once blaugrana vuelva a deleitarnos con López al mando. Salvo sorpresa mayúscula, en los próximos días se cerrará su renovación. Y comenzará así una nueva e ilusionante etapa levantina en Primera.
Vallejo. Coincidiendo con el 50 aniversario del cierre de Vallejo, el club organizó un emotivo acto con los historiadores José Luis García Nieves y Emilio Nadal, y con Salvador Mut, el portero que defendió el arco levantino como local en tres estadios distintos: Vallejo, Mestalla y Orriols. Magnífica iniciativa.
