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El nuevo urbanismo

Los chalés de lujo tiran del carro en Xàbia

Las solicitudes de obra mayor hasta septiembre ya superan las de todo 2013 y generarán un volumen de obra declarada superior a los 14 millones de euros

Los chalés de lujo tiran del carro en Xàbia

El urbanismo levanta el vuelo. Pero en primera clase, porque la turista sigue con los pies pegados a tierra. Xàbia es el ejemplo, al menos en la Marina Alta, de los nuevos tiempos del ladrillo. Ya no se construye ni un adosado ni apartamentos. Ese modelo está agotado. Son los chalés de lujo los que tiran del carro. Hace un par de años ese segmento de vivienda cara (por encima del millón de euros) empezaba a dar señales de vida. No ha parado de crecer.

Las solicitudes de licencias registradas en Xàbia hasta septiembre confirman el repunte de la actividad urbanística. El concejal de Urbanismo, Pere Sapena, esbozó una sonrisa cuando extrajo para este diario los datos de licencias. Hasta septiembre, se solicitaron 132 permisos de obra mayor, 42 para nuevas viviendas. En todo el pasado año, fueron 110 (34 para chalés). Las licencias pedidas hasta el pasado mes generarán un volumen de obra declarada superior a los 14 millones de euros.

Además, los permisos de obra menor también van a más. En lo que va de año, se han solicitado 146 licencias y otras 224 por la vía de la declaración responsable. La suma de los presupuestos de estas obras supera los 2,1 millones.

Hay vida tras la crisis del ladrillo. El edil de Urbanismo asegura que son los chalés de lujo, esos que se venden por un millón de euros para arriba, los que copan ahora la actividad. «Todas esa viviendas cuentan con piscina. Menos mal que tenemos una desalinizadora», advierte Sapena.

Ese nuevo urbanismo delicatessen busca los terrenos más exclusivos del litoral de Xàbia. Los nuevos chalés se levantan en las laderas de la playa de la Barraca, en los acantilado de la Sardinera, Ambolo o la Granadella y en urbanizaciones con caché como la Corona y la Cuesta de San Antonio. Aunque esta escarpada costa está salpicada de casas, aún quedan parcelas a las que hincarle el diente. En Ambolo, han comenzado ahora las obras de dos chalés de cuidada y moderna arquitectura. Con todo, la nueva construcción no siempre es un ejemplo de integración paisajística. En más de un caso, se juega con la cota para hacer alturas arriba y abajo.

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