La empresa Marina Nou Fontana ya ha tomado posesión del canal de la Fontana, un desagüe natural del río Gorgos que en Xàbia se utiliza desde hace décadas para amarrar en precario embarcaciones de recreo. Los amarristas se apresuran estos días a retirar sus barcas. No quieren que la empresa, que logró el pasado 28 de noviembre que la conselleria de Infraestructuras le diera la concesión del canal, les empiece a cobrar alquiler. Además, para las obras, cuya inversión roza los seis millones de euros (cinco de obras y uno de IVA), el muelle debe quedar despejado.
Mientras, la concesionaria también se afana en presentar su proyecto. La pasada semana lo dio a conocer en el hotel Las Arenas, en Valencia; en Marina Sport, en Madrid, y, finalmente, en el Parador de Xàbia. Los potenciales amarristas ya saben el precio de los 314 atraques del nuevo puerto deportivo. El más económico, que es para una barca con una eslora de 5,25 metros, se vende por 20.885 euros. Mientras, los amarres para embarcaciones de 8 metros costarán hasta 42.756 euros. El precio medio del amarre es de 32.000 euros. El atraque no se adquiere de por vida, sino por los 30 años de la concesión de Marina Nou Fontana.
Además, los interesados no tienen mucho tiempo para decidirse. Deben realizar ya la reserva, que cuesta mil euros. Para los actuales usuarios de atraque el plazo acababa en principio hoy mismo. En cambio, los propietarios de embarcaciones que no disponen de atraque disponen de una semana más para hacer el ingreso.
La empresa aclaró ayer que los socios de Aexamar (es la asociación de los usuarios históricos del canal) tendrán un descuento del 22 % en el amarre. Los amarristas se unieron hace años para optar a la concesión del muelle. No querían que su gestión se privatizara. Además, consideraban que había llegado la hora de dignificar esta zona de atraque y dotarla de servicios náuticos. Al final, sin embargo, la conselleria no contemplaba realizar inversiones en el canal, sino darlo en concesión para que una empresa creará un nuevo puerto deportivo.
El proyecto supondrá la desaparición de la actual rampa pública de varada. La empresa ya ha colocado un cartel en el que advierte de que quien quiera echar su embarcación a la mar deberá contactar antes con la concesionaria.
