José Vicente Pons, de Compromís, salvó en 2013 la moción de censura que le presentaron tres ediles socialistas y dos del PP. Los tribunales anularon el pleno dado que cuando se celebró el PSPV había expulsado a sus concejales que ya estaban declarados tránsfugas. El alcalde de Compromís, que lo era desde 2003, se acordó de esa moción de censura fallida el sábado. La historia casi se repetía. Pons, pese a ser el candidato más votado, perdió la alcaldía ya que el único edil del PP, David Biseto, votó a favor del candidato socialista Pedro Antonio Seguí, que ya es el nuevo munícipe de Benidoleig.

Al exalcalde ese desenlace no le pilló por sorpresa. «Después de los resultados electorales (Compromís fue la lista más votada, pero empató a cuatro concejales con el PSPV), ya sabíamos que algo así podía pasar», advirtió ayer Pons, que se mostró convencido de que el voto del edil popular no fue improvisado. «Yo creo que lo tendrían hablado, que algo de pacto sí había», indicó. «Pero no pasa nada. Yo no vivo de la política, sino de mi trabajo».

El exmunícipe cree que la frustrada moción de censura ha pesado ahora. Y advierte de otro detalle que todavía enreda más el asunto. El ahora alcalde ha sido concejal con Pons en las anteriores tres legislaturas. En estos comicios, dejó el Bloc para encabezar la lista del PSPV. El exalcalde, preguntado sobre si el voto del edil del PP podía ser una venganza por abrirle en 2003 un expediente de infracción urbanística a su familia por unas obras en una casa de aperos, señaló que, «indudablemente, todo influye».