El alcalde del PP durante 14 años en Ondara, Ximo Ferrando, no escatimaba cuando tras acudir a Alicante a una reunión del Consorcio de Aguas de la Marina Alta o a la conselleria en Valencia invitaba a comer y cenar. El dinero del convite no salía, eso sí, de su bolsillo. Lo cargaba al ayuntamiento. En una de esas comidas, en una taberna delicatessen de Alicante, el menú de cada uno de los 5 comensales salió por 27,50 euros. Y lo regaron con dos botellas de vino de Pago de los Capellanes. El tique de una cena en Valencia le costó al ayuntamiento 266 euros. El menú de cada invitado subió a 35 euros. Los cinco comensales también cargaron al consistorio los gin tonic.

El dinero de estos convites salía de la partida municipal de «dietas de algos cargos». Así el entonces alcalde eludía pasar los recibos por el registro de entrada. La partida estaba dotada con 2.000 euros de los que Ferrando, cuando el 24 de mayo perdió la alcaldía, ya llevaba gastados 636. Los tiques de esas cuchipandas los han encontrado ahora los ediles del nuevo gobierno de Compromís y PSPV.

El actual alcalde, Zeus Serrano, de Compromís, ha revelado que sus cinco primeros minutos en el cargo fueron de contener la respiración. En una reunión mantenida anoche con los vecinos para explicar el agujero económico que ha dejado el PP, Serrano afirmó que encontró en el correo del munícipe una carpeta a la que llegaban todas las facturas. «Antes de entrar en el registro del ayuntamiento, pasaban por el alcalde»,dijo el munícipe, que precisó que Ferrando decidía qué facturas iban al registro de entrada. Afirmó que el popular también empleaba el mismo método con las denuncias. Igualmente decidía cuales se tramitaban.

El primer teniente de alcalde, José Ramiro, del PSPV, denunció que el PP tuvo «mala fe» en el traspaso de poderes. «Se ordenó a la trabajadora social que comunicara a los empleados del servicio de atención a domicilio que el lunes dejaran de prestar el servicio. Menos mal que nos enteramos por algún usuario angustiado y pudimos actuar a tiempo», explicó Ramiro, que aseveró que tanto este servicio social como todos los demás se van a seguir prestando pese a que han encontrado las partidas del presupuesto para este año prácticamente agotadas. «Es tener muy mala fe jugar con las necesidades de las personas», criticó el edil socialista.

La nueva concejala de Hacienda, Pepa Gasquet, advirtió de que han encontrado facturas que ascienden a 30.700 euros que carecen de consignación presupuestaria. «Ahora no las podemos pagar, pero serán las primeras que tendrán crédito en las cuentas del próximo año», dijo.

Las partidas del actual ejercicio están temblando. De la de las próximas fiestas de Sant Jaume, que subía a 135.000 euros, quedan 88.147 euros y no se ha pagado nada de este año. «Vamos a tener que recortar, pero tranquilos que fiestas va a haber», avanzó el concejal de este área, Jaume Blasco, en la reunión con los vecinos.