Todos los indicios apuntaban a un asesinato y ayer tarde se confirmó. La detención de un sospechoso relacionado con la extraña desaparición de un hombre de 59 años en cuya casa de Dénia hallaron restos de sangre permitió a la Policía Nacional descubrir enterrado en Pamis, el cuerpo descuartizado de la víctima, aunque no estaba completo el cadáver „solo la cabeza y el tronco„ y al cierre de esta edición los investigadores seguían buscando las extremidades.

La Policía Nacional se desplazó ayer tarde a un huerto de naranjos situado en una partida en Pamis, una pedanía del municipio de Ondara, y allí descubrieron una nevera que habría sido utilizada para transportar el cadáver descuartizado del vecino de Dénia. El lugar fue señalado al parecer por un hombre de nacionalidad española que fue detenido por agentes de la Comisaría de Dénia y trasladado a la zona, aunque no ha trascendido si este arrestado es el autor material del crimen o un cómplice del asesino que le ayudó a deshacerse del cadáver descuartizado.

La descripción que dieron algunos de los vecinos del desaparecido, coincidían con las características del detenido, que permaneció cabizbajo y con la mirada perdida, en el lugar de los hechos, custodiado por dos policias en todo momento.

La comisión judicial de Dénia también se desplazó a la zona y al final fueron localizados el tronco y la cabeza del hombre desaparecido. Los restos descuartizados habían sido enterrados, aunque no ha trascendido si estaban a poca o mucha profundidad. A lo largo de la tarde, los coches de la policía entraron y salieron de la zona bajo la atenta mirada de unos pocos vecinos quienes explicaron que alrededor de las 18.30 horas empezaron a observar movimiento por la zona, «muchas veces hacen registros por la zona para comprobar si hay algún huerto ilegal de cannabis, pero al preguntar a uno de los agentes me confirmó que se trataba de algo mucho más grave», explicó un trabajador de uno de los huertos colindantes dónde fueron encontrados los restos. Alrededor de las 20.30 llegó el furgón del instituto de medicina legal, aunque el levantamiento del cuerpo se produjo casi dos hora después.

Las pesquisas apuntan a que el hombre de 59 años murió en su domicilio en Dénia y allí mismo fue descuartizado. Vecinos del inmueble alertaron a la policía el miércoles después de que llevaran tiempo sin ver al ahora fallecido y, sobre todo, tras observar a dos desconocidos sacando un sofá envuelto en sábanas o una lona y atado con cinturones. En este traslado dejaron restos de sangre en el inmueble, por lo que la Policía barajó desde el principio que se trataba de un posible homicidio. Según apuntaron varios vecinos, el desaparecido recibía visitas «con las que discutían en ocasiones». Otro no dudó en afirmar que no le extrañaba que pasase «algo así con la vida que llevaba».