Los vecinos de la playa de Les Deveses de Dénia van a terminar sus vacaciones con un mal sabor de boca. Una nueva tromba de agua volvió a inundar las calles de la zona, que no cuenta con ningún tipo de alcantarillado, provocando desperfectos en algunas de la viviendas y dejando las calles intransitables, tan sólo dos semanas después de la última inundación.
Los vecinos volvieron a mostrar su descontento con el consistorio dianense, encargado de la gestión de la zona que, según los residentes, «han hecho caso omiso a las quejas de hace tan sólo dos semanas». Pese a que el técnico de playas del ayuntamiento de Dénia les confirmó que transmitiría sus quejas y peticiones al concejal encargado y al propio alcalde, los vecinos de les Deveses, afirman que nadie se ha puesto en contacto con ellos para poner solución a unos problemas que se remontan más de diez años en el tiempo.
De nuevo, ayer, se repitieron imágenes de vecinos achicando agua de sus viviendas o instalando pequeños diques en las puertas para evitar que la corriente producida por el paso de los vehículos en los caminos empapase sus entradas.
Con la de ayer, son ya cinco las veces que la zona ha sufrido las consecuencias de las tormentas veraniegas, dejando a su paso, calles anegadas. Al ser de barro y piedras, las calles quedan cubiertas de agua durante unos días, algunos vecinos aseguraron que había partes de caminos que todavía estaban húmedos de la última precipitación hace dos semanas.
Falta de servicios básicos
Las inundaciones producidas por la falta de asfaltado de las calles no es el único problema que preocupa a los residentes de les Deveses, la mayoría vecinos de Pego. Muchos se quejan de la falta de infraestructuras en las calles, puesto que no cuenta con iluminación y el servicio de basura «deja mucho que desear», afirmaron. Uno de los problemas más graves está en el puente conocido por los vecinos como El Tollinero. Su asfalto está lleno de baches insalvables para los automóviles, cuenta con muy poco espacio para el paso de peatones y el vallado se encuentra en muy mal estado. Además, el cauce del río también está descuidado, según explican los vecinos nadie ha pasado desde hace años por lo que la vegetación ha crecido de manera incontrolada, «podría fácilmente encenderse toda la zona», apuntaron.
Los vecinos, sabedores de que les la Conferencia Hidrográfica del Júcar quién deber realizar las actuaciones, enviaron diferentes peticiones pidiendo soluciones, también lo hizo el Ayuntamiento de Pego, aunque, según apuntan, «todavía no han recibido ninguna respuesta».
