El vino suelta la lengua. Los universitarios de Bamberg (Alemania) que ayer visitaron la bodega donde coge cuerpo el vino ecológico Moraig se arrancaron a hablar en fluido catalán y castellano. Pero no fue cosa del vino. Los traían aprendidos de casa. Son estudiantes de filología iberoromanística (así se llama la especialidad en Alemania). Participan en un innovador programa de intercambios.
el poble nou de benitatxell