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Medio ambiente

Las toallitas arrojadas al retrete ensucian ahora la playa del Ministre de Xàbia

Los residuos fibrosos han quedado adheridos a las rocas tras escupirlos el temporal - Estos desechos también se enganchan en las redes de pesca

Las toallitas arrojadas al retrete ensucian ahora la playa del Ministre de Xàbia

Medusas de blanco nuclear y fibrosos tentáculos. Las toallitas húmedas son la nueva plaga del litoral de Xàbia. Si en mayo estos residuos fibrosos aparecieron adheridos a las rocas del Primer Muntanyar, cerca del núcleo del Puerto, ahora el temporal ha escupido más desechos en la cala del Ministre. Las hebras cuelgan de las rocas en este tramo costero que está junto al Parador de Turismo y frente al chalé de los descendientes del ministro de Franco Mariano Navarro Rubio (de ahí el nombre de esta playa). Esta misma semana, mientras numerosos turistas aún tomaban el baño en esta cala de piedra tosca, se podían contar decenas de esas toallitas que, al no ser biodegradables, forman un engrudo blanco que se agarra como un pulpo a las rocas.

De momento, estos desechos no han aparecido en otras playas de la Marina Alta. La mala costumbre de arrojar las toallitas al retrete tiene graves consecuencias para el alcantarillado, que puede quedar atascado y sufrir averías. Lo normal es que los filtrados del agua en la depuradora las eliminen. El agua ya tratada, que se vierte al mar a través de los emisarios submarinos, debe, por tanto, estar libre de estos residuos. Sin embargo, en Xàbia, incluso los barcos pesqueros atrapan fibrosas toallitas en sus redes.

En mayo, la empresa de suministro de agua Amjasa inició una campaña de concienciación sobre estos residuos. Instó a los vecinos a que no los arrojaran a los inodoros, ya que podían obstruir los sistemas de alcantarillado. Amjasa advertía de que también «es habitual encontrar este tipo de toallitas enmarañadas en las redes de los barcos de pesca que faenan en la bahía de Xàbia».

No obstante, estos desechos siguen salpicando de tanto en tanto tramos del litoral. El último temporal ha vuelto a escupir toallitas que, no se sabe muy bien cómo, llegaron desde los retretes al mar. La depuración de aguas en Xàbia es un coladero.

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