Cada dos años, en el puente del 9 d'Octubre, una flotilla de antiguos llaüts despliega sus velas en la bahía de Xàbia. La trobada de barques tradicionals es una cita obligada para los amantes de la vela latina. En la mañana de ayer, por tercer día consecutivo, los llaüts centenarios se hicieron a la mar. Fue la última travesía. Las barcas llegaron hasta la Cova Tallada. Se mezclaron con los yates. El mar estaba ayer espléndido para navegar.

«La valoración de estos tres días ha sido muy positiva», indicó ayer el presidente de la Associació de Barques Tradicionals de Xàbia, Amadeu Ros, quien apuntó que este año han echado en falta más embarcaciones catalanas, dado que en Palamós había otro encuentro de vela latina. Eso sí, a la cita de Xàbia acudió Gerard Martí, director del museo de historia de Cambrils y representante de l'Arjau Vela Llatina.

Amadeu Ros destacó que la trobada vivió un momento mágico al volver el domingo los barcos del Portitxol, cuando pudieron navegar con las velas bien desplegadas e infladas por el Llebeig. Este encuentro reivindica el patrimonio tradicional de la pesca (también oficios como el de los calafates) y la vela latina. Los participantes aprendieron las maniobras y conocieron las piezas de la arboladura. Tuvieron en sus manos jarcias y cuadernales antiquísimos y artesanales, que siguen formando el aparejo (la percha) de estos magníficos llaüts.