Las gaviotas patiamarillas se han vuelto omnipresentes en el litoral de la Marina Alta. Primero se apoderaron del Penyal d´Ifac de Calp, pero ahora se las puede ya ver en los lugares más inverosímiles. Han conquistado el castillo de Dénia. Y ahora también han tomado el campanario de la iglesia gótica de Xàbia. En la mañana de ayer, unas quince aves estaban posadas en lo alto de esta torre de piedra tosca. Ni siquiera se inmutaban cuando repicaban las campanas. En Xàbia, las gaviotas patiamarillas, que son una especie invasora que ha desplazado a las gaviotas de Audouin (las autóctonas), están ya colonizando el cabo de Sant Antoni. En este municipio hay otra plaga que viene del cielo, la de las escandalosas cotorras, que también son invasoras.