El nuevo gobierno de Dénia (PSPV y Compromís) no podrá lucirse en su primer presupuesto. Los ingresos, eso sí, aumentan. El ayuntamiento recaudará 980.000 euros más de IBI y plusvalías y 300.000 del impuesto de Instalaciones, Construcciones y Obras (ICIO) y del repunte de las licencias urbanísticas. Incluso espera rascar 187.000 euros de las visitas al castillo y la gestión de las vados. Pero también la recaudación de la residencia de ancianos se desploma en 240.000 euros (los usuarios no tienen recursos) y la participación en los tributos del Estado cae en otros 208.000 euros.

Esos ingresos y un préstamo de 6 millones del fondo de pago de sentencias firmes elevan el presupuesto de 2016 en 7,4 millones de euros. Las cuentas se irán a 55 millones. Sin embargo, ese dinero de más no da para alegrías. El concejal de Hacienda, Paco Roselló, avanzó ayer que el presupuesto será de «transición» y admitió que el capítulo de inversiones está pelado. Ni un euro.

El grueso de los 7,4 millones se va en pagar la condena urbanística por la expropiación de los terrenos del segundo centro de salud que nunca llegó a construirse (5,1 millones). Además, en intereses de esta sentencia, el ayuntamiento abonará ahora 420.000 euros. Otro fallo que se pagará en 2016 es el de la usurpación de playa con una pasarela. Se van otros 70.000 euros.