El auditorio de Teulada ha encontrado en el Ballet de Moscú un aliado perfecto. La compañía puso en escena el sábado y el domingo la obra Giselle, una de las cumbres del ballet romántico. Regresaba a Teulada por segundo año tras el éxito que ya cosechó en la pasada Navidad. Y volvió a emocionar a un público que, cuando el auditorio programa actuaciones de esta entidad (y, por suerte, es muy a menudo), acude sin dudarlo.

Las dos actuaciones llenaron el auditorio. El Ballet de Moscú celebró en el escenario del auditorio de Teulada su 25 aniversario. Los papeles protagonistas, de Giselle y Albert, los encarnaron Cristina y Alexei Terentiev, solistas del ballet y la ópera de Moldavia. Los acompañó un magnífico cuerpo de ballet. La dirección corrió a cargo de Timur Fayziev. La música de esta historia de amor de estremecedor romanticismo la compuso Adolph Adam, mientras que la coreografía es de Jules Perrot y Jean Coralli. El público vibró con la excelente puesta en escena y la técnica de los bailarines clásicos.

El ballet ha llegado para quedarse. El auditorio diseñado por Patxi Mangado, la obra moderna más importante de la Marina Alta, ha hecho posible que el público pueda disfrutar del ballet o de la ópera, disciplinas artísticas hasta hace nada inéditas en la comarca.