Quien quiera darse el capricho de comprar gamba roja de Dénia de primera lo tiene estos días complicado. Las capturas son escasas y ya están comprometidas. Los restaurantes acaparan el marisco. Es inalcanzable para el común de los mortales. Sin embargo, su precio en la subasta de la víspera de la Nochebuena dista mucho del que alcanzó antes de la crisis. En 2006, el kilo de gamba roja de primera llegó a los 260 euros. Era tiempo de excesos. La gamba roja estaba por las nubes.
Ahora todo ha cambiado. En la subasta de ayer en Xàbia, el kilo se quedó en 102 euros. «Está regalada», comentó algún patrón, que se mostró confiado en que la cosa repunte para fin de año. En general, todo el marisco (gamba blanca, cigalas o galeras) se subastó ayer por precios que no parecen de Navidad. La gamba blanca de primera no llegó a los 40 euros. La cigala grande sí subió a los 70 euros el kilo, el doble que hace un mes.
«Sí, hay muy poca gamba roja y, para ser Navidad, se está subastando a precios bajos. En Dénia, sí sube un poco más. Alcanza los 120 ó 130 euros. Sabemos que los precios de antes de la crisis no van a volver», explicó ayer Moisés Erades, coordinador de la sociedad AMMA (Alimentos del Mar de la Marina Alta), que agrupa a las cofradías de Dénia, Xàbia y Calp.
Esta sociedad ha mejorado mucho las condiciones de los pescadores y ha dado valor al negocio. Uno de sus objetivos es que el precio del pescado no se desplome.
Pero resulta difícil luchar contra la picaresca. Es evidente que en los caladeros hay ahora poca gamba roja. Las barcas de arrastre de Dénia y Xàbia capturaron ayer menos de 200 kilos de la de primera. Ningún estudio científico ha podido precisar por qué este marisco, que se pesca a mucha profundidad, de repente desaparece y luego se recupera.
Sin embargo, en los grandes mercados de Valencia y Madrid sí se ven gambas a espuertas. Pero no son fetén. Se sabe que se está haciendo pasar por gamba roja de Dénia gamba descongelada de Argelia. «Esto nos hace mucho daño», advirtió ayer Erades.
Para el consumidor que quiere gamba roja del máximo calibre para la cena de Nochebuena de hoy o la comida de Navidad de mañana, conseguirla es una quimera. No está a los precios disparatados de antes de la crisis, pero escasea. Por una causa u otra, sigue siendo un manjar al alcance de pocos.
En el mercado de Xàbia, no se podía comprar ayer gamba roja. Ni siquiera la más pequeña. Los restaurantes la tenían reservada de antemano. Mientras, en el mercado de Dénia sí quedaba, a las 12 de la mañana, un puñado, pero de cuarta categoría. El kilo estaba a 58 euros. «Esta tarde en la lonja sí habrá más», indicaba una vendedora a los clientes que entraban al mercado atraídos por la fama gastronómica de la gamba roja.
