El ruido era ayer ensordecedor. Los operarios limpiaban con un chorro de arena a presión la herrumbre del viaducto del Barranc del Mascarat, el más espectacular de la línea del «trenet» de la Marina (una Benidorm y Dénia). También realizarán trabajos de pintado y soldadura en un puente que es una joya del patrimonio ferroviario. Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana, que ahora está renovando la vía en todo el tramo de Benidorm a Calp, ha descartado desmontar este viaducto o sustituirlo por uno nuevo. La reparación se está realizando in situ. La estructura está ahora tapada con un andamiaje y una malla de protección.

Este viaducto salva un estrecho abismo. El Barranc del Mascarat es la frontera natural entre las comarcas de la Marina Alta y Baixa. Tres puentes conectan un lado y otro: el citado del «trenet», el de la N-332, de piedra y otro prodigio de ingeniería, y otro más también de sillares, ahora en desuso y desde el que se inicia una vía de escalada. Ayer mismo un grupo de escaladores llegados desde Escocia trepó por este impresionante cortado.