A la policía local de Ondara no le falla el pulso. Dos agentes acudieron el lunes a toda prisa cuando les avisaron de que un vecino de 60 años había sufrido un infarto en una sucursal bancaria. Los policías están formados en técnicas de reanimación cardiaca y llevan en el coche patrulla un desfibrilador semiautomático. Nada más llegar, comprobaron que el hombre ya no tenía pulso. Realizaron la maniobra de reanimación con el desfibrilador y consiguieron que el corazón de este vecino volviera a latir. Luego llegó la ambulancia para trasladarlo al hospital.

Los agentes salvaron la vida de este vecino. Así lo ha reconocido el propio alcalde, Zeus Serrano, quien los ha felicitado públicamente. La policía de Ondara cuenta con un desfibrilador externo semiautomático (Desa). Los agentes realizan periódicamente cursos de formación. Una rápida intervención en caso de parada cardiorespiratoria es esencial para que quien la sufra pueda sobrevivir. En Ondara, también hay desfibriladores en el pabellón municipal, la piscina y el campo de fútbol.