La conselleria de Medio Ambiente resolvió por la vía rápida los problemas de seguridad de la senda que sube a la cima del Penyal, deteriorada y con tamos de riesgo en los que los senderistas se sujetaban a una cuerda anclada al acantilado. Cerró con una cancela y un muro el camino. Los excursionistas, al salir del túnel (solo completan el tramo más sencillo) se topan con este obstáculo. No pocos saltan la puerta. Y la senda está ahora más peligrosa que nunca.