Los «bous al carrer» de las fiestas de Sant Sebastià ya arrancaron el viernes con susto. Pasada la medianoche, un hombre de 53 años, veterinario de profesión, recibió una cornada en la ingle. Fue trasladado al hospital con pronóstico grave, ya que el pitón le perforó el muslo a pocos centímetros de la femoral. Ya está fuera de peligro. El hombre, según los testigos, se despistó. Vio al manso y pensó que el toro ya estaba en el corral. Sin embargo, no era sí, ya que el astado seguía en la plaza y embistió al hombre, que, al creerse a salvo, había abandonado la barrera.