El temporal ha llegado antes de hora al puerto deportivo de Calp. El mar ya empezaba a encresparse en la tarde de ayer. Pero el jueves, cuando no se movía una ola, la tempestad llegó en forma de desahucio. La Guardia Civil acudió a Puerto Blanco y precintó las oficinas de la empresa concesionaria desde 2008, Acintur Bahía, los talleres, la escuela de buceo y el chiringuito. La dársena quedó clausurada. Y no es la primera vez. En 2007, la Benemérita ya acudió a desalojar al entonces concesionario, la empresa VAPF. Mientras, en julio de 2014, los agentes desahuciaron a la familia que gestionaba el restaurante.

A la Guardia Civil la envió la conselleria de Infraestructuras. Acintur Bahía había agotado de largo su concesión. Fuentes de la conselleria indicaron que se le concedió de forma temporal y por tres años en 2008. Por tanto, en 2011 debió abandonar el puerto. La conselleria en julio de 2015 le envió un requerimiento para que dejara la dársena. Las mismas fuentes subrayaron que se le ha comunicado en varias ocasiones que debía marcharse y que, por tanto, no puede ahora aducir que se le echa de forma «sorpresiva».

Pero sí. Esa fue la respuesta de la empresa. Y fue más allá. Presentó una denuncia en el juzgado de Dénia por el «desahucio sin previo aviso». La mercantil apeló al Supremo para que le deje explotar esta dársena, que cuenta con cien amarres, hasta que este mismo tribunal dicte sentencia. Antes el TSJ le dio la razón a la conselleria y convino que Acintur carece desde 2011 de título para gestionar Puerto Blanco.

La empresa también alertó de que el puerto se ha quedado sin vigilancia en un fin de semana de posible temporal.

Mientras, los usuarios temen que los contratos de amarres que han firmado con la empresa queden anulados. La mercantil también tenía contratos, que igualmente quedarían invalidados, con una empresa de buceo y los responsables del chiringuito.