El bou embolat y el encaixonat están de capa caída en la Marina Alta. El Poble Nou de Benitatxell es el tercer pueblo que suprime de sus bous al carrer estos dos espectáculos. Los nuevos tiempos de recortes taurinos los inauguró Ondara, donde el gobierno de PSPV y Compromís esgrimió una encuesta para eliminar estos actos de sus fiestas de Sant Jaume. Le siguió Xàbia, donde el PSPV tiene mayoría absoluta. En este pueblo estaba reciente el incidente de las fiestas de Sant Sebastià (finales de enero), cuando el toro al que se pretendía embolar arrancó el pilón y lo llegó a estrellar contra las barreras.

En el Poble Nou de Benitatxell, la eliminación del bou embolat y el encaixonat la han decidido el alcalde, Josep Femenia, y su concejala de Fiestas, Jacinta Pastor, ambos del Movimiento Red. Gobiernan con el PP y el Pideb. Este municipio, por tanto, es el primero en el que se suprimen estos actos y el PP está en el equipo de gobierno. Los populares se afanaron ayer en desmarcarse. Su portavoz, Toni Colomer, manifestó a este diario que discrepaba de que estos espectáculos taurinos se prohibieran sin más. «Pedimos que se convocara un referendo y se pulsara la opinión de los vecinos», subrayó.

Pero la suerte estaba echada. El alcalde y la edil de Fiestas incidieron en que la responsabilidad de suprimir el bou embolat y el encaixonat era de ellos. Ambos exoneraron a la comisión de fiestas. Apelaron a la sensibilidad social que existe contra el maltrato animal y a que otros municipios de la comarca con dilatada tradición taurina (Ondara y Xàbia) también habían dado el paso. Además, advirtieron de que en estos actos se inflige al animal un gran sufrimiento.

El Poble Nou de Benitatxell, al igual que Ondara y Xàbia, sí mantiene las sueltas y entradas de vaquillas y toros. Los bous al carrer seguirán animando sus fiestas locales.

«Signo de los nuevos tiempos»

Femenia y Pastor han enviado una carta a las comisiones de fiestas y a los festeros para comunicarles la supresión del toro embolado y el encajonado. Les aseguran que no se recortará ni un euro del presupuestos de unas fiestas que, afirman, «deben adaptarse al signo de los nuevos tiempos». Abogan por potenciar los actos culturales, solidarios y sociales y demostrar que el municipio sabe divertirse desde el respeto y la convivencia.