La abrupta costa de Benitatxell, de acantilados y estrechos barrancos que forman calas, obliga a innovar constantemente en las técnicas de rescate. La empresa SVS, que lleva la vigilancia de la cala del Moraig, efectuó el domingo un simulacro de rescate en el que combinó la tecnología del dron y el olfato y agilidad de un perro adiestrado. El ejercicio consistía en localizar a una persona accidentada en el estrecho barranco de la cala dels Testos (para bajar hay que descolgarse por cuerdas ya instaladas). El dron permitió «peinar» el estrecho cauce y localizar al supuesto herido. La perra Sikorska llegó como una exhalación hasta el accidentado. El equipo de rescate de SVS pudo así acudir con rapidez hasta la víctima simulada y subirla, barranco arriba, en camilla. La empresa quiere incorporar estas novedades al servicio que presta en el Moraig. Estas calas, por su complicada orografía, necesitan de socorristas formados también en el rescate en montaña.