A Benissa y Teulada les va de maravilla con su estrategia de mancomunar servicios. Ahora comparten un albergue para perros abandonados que gestiona la protectora Akira. La perrera, que ya acoge a 33 canes, se inauguró ayer. Tiene capacidad para 67 animales. Las obras han costado 200.000 euros y el grueso lo ha pagado, con donativos, la propia protectora. Benissa ha puesto los terrenos, que están en el polígono de la Pedrera, y Teulada ha colaborado con 15.000 euros. Cada ayuntamiento aporta mil euros anuales a Akira. La protectora no sacrifica a los animales, sino que promueve su adopción. A la mayoría los acogen en Alemania y Holanda.