Aquello de por el mar corren las liebres no era tan mentira. En el mar de Xàbia y, en concreto, en las aguas más arrimadas a los acantilados del Cap de la Nau, Ambolo y la Granadella, las motos acuáticas corren como liebres. Y lo hacen tan pegadas a la costa que el ayuntamiento ya se ha visto obligado a tomar las primeras medidas para evitar que, junto a las lanchas, se metan por cualquier resquicio que encuentren.

Este litoral, de gran belleza y principal baza del turismo náutico, ya ha empezado en los primeros días de junio a estar repleto de embarcaciones de recreo y motos acuáticas. Los acantilados y las calitas recónditas (a algunas sólo se puede llegar por mar) atraen cada vez a más turistas. Los bañistas bajan a darse un chapuzón por las sendas de antiguas pesqueres como la del Sól del Barranc. Los aficionados al snorkel también se sumergen en estas límpidas aguas. Y hasta aquí llegan turistas en piragua. Esos usos sostenibles del litoral conviven con la masificación en ciernes de yates, barcas de recreo y motos acuáticas.

El verano pasado puntos de este agreste litoral llegaron a estar a tope de barcas (la cala Sardinera, por ejemplo). De ahí que el ayuntamiento cada vez coloque más boyas de fondeo en la costa para evitar que los navegantes echen el ancla. Su vaivén erosiona el fondo marino y daña la valiosa posidonia oceanica.

Además, ahora por primera vez, el consistorio ha balizado las cuevas marinas de Els Òrguens i el Llop Marí. Así no entrarán las motos y las lanchas y se evitarán situaciones de peligro para los bañistas. El combustible también contaminaba estas espectaculares grutas.

Sin embargo, las embarcaciones a motor siguen campando a sus anchas por otros puntos de este litoral. En las imágenes de este reportaje, se observa cómo las motos acuáticas pasan a toda pastilla junto al acantilado del Cap de la Nau o como una embarcación se cuela por el estrecho paso que hay entre tierra firme y l´Illa del Portitxol. Por ahí también pasan excursiones en piragua y nadadores.

El nuevo turismo náutico crece muy deprisa y problemas como el que se ha producido otros veranos en las cuevas se detectan sobre la marcha. El verano no ha hecho más que comenzar y las motos y las lanchas ya han hecho suyo este precioso litoral xabienc. Y corren como liebres. Pero con más caballos.